Indra registró unas pérdidas netas de 641,2 millones de euros el año pasado, lo que supone casi siete veces más que los 91,9 millones que perdió en 2014.

La compañía explica que los efectos no recurrentes en el conjunto de 2015 ascienden a 718 millones de euros, de los que 321 millones corresponden a Brasil.

Las ventas del grupo tecnológico alcanzaron los 2.850 millones en el ejercicio, lo que supone un 3% menos que los 2.938 millones de 2014 y un 2% menos en moneda local.

En el cuarto trimestre del año, la multinacional logró reducir sus pérdidas netas un 52,8%, desde los 170,4 millones de 2014 hasta los 80,4 millones.

Asimismo, la multinacional destaca que la deuda neta se redujo un 16% en el cuarto trimestre, hasta los 700 millones, desde los 837 millones de septiembre de 2015. Además, excluyendo los costes de reestructuración de plantilla, la deuda habría sido de 622 millones, inferior a la registrada a cierre de 2014. Por su parte, el flujo libre de caja superó los 137 millones, gracias a la mejora de la rentabilidad y a la gestión activa del circulante, aunque excluyendo el impacto de los planes de ajuste de plantilla, habría sido de 197 millones.

En el conjunto de 2015, el flujo libre de caja generado arrojó un resultado negativo de 50 millones. Sin embargo, excluyendo el impacto de la reestucturación de personal habría registrado un dato positivo de 28 millones de euros.