En 1921, Gabrielle Chanel inventa el perfume de la modernidad y le asigna un número: el nº 5. Fue su perfume y, a día de hoy, es EL perfume. En febrero de 1955, fecha marcada por su número favorito, creó el 2.55: el bolso emblemático de CHANEL. Fue su bolso y, a día de hoy, es EL bolso. Nunca salía sin su 2.55 y, sobre todo, nunca se olvidaba de meter en él su barra de labios y su perfume. “Es el complemento que hace o deshace a la mujer —afirmaba Mademoiselle Chanel—. Es fundamental, marca la elegancia, el estilo. Es ese pequeño detalle que marca la diferencia”.

Es este dominio de los complementos, combinado con el deseo de las mujeres de llevar siempre consigo sus imprescindibles, lo que ha inspirado a CHANEL la creación de 3 “joyas para el bolso” en la familia del Nº 5.

El más mítico de los perfumes seduce con un nuevo formato para llevar allá donde quiera. A partir de ahora, dispondrá de tres vaporizadores de 20 ml para las tres concentraciones: Eau de Parfum, creado en 1986, Eau Première de 2008 y el Eau de Toilette que vió la luz en 1924. Tres interpretaciones que realzan tres facetas diferentes del Nº 5. Todas tienen en común el nerolí de Túnez, el jazmín, el ylang-ylang y la rosa.