La dirección de Abengoa y los acreedores han alcanzado un principio de acuerdo que permite anticipar que la empresa, bancos y bonistas podrán firmar un  plan para que la compañía tecnológica supere el preconcurso de acreedores.

El pacto incluye la aportación de liquidez por 1,200 millones de euros que formarán parte créditos que servirán para refinanciar la deuda. Lo que parece que queda también claro es que los bancos y bonistas se repartirán la mayoría del capital de la nueva Abengoa, mientras que los actuales accionistas sólo tendrán el 5%. Las entidades que formen parte de este plan se quedarán con cerca del 55% de las acciones. El resto quedará para otras entidades financieras, que aceptarán quitas sobre la deuda.

La reordenación del capital supone también acabar con los dos tipos de acciones -A y B-, creadas éstas últimas para dar más derechos políticos a los inversores institucionales. El grupo cuenta con una deuda corporativa por 9.000 millones de euros, pero la nueva empresa sólo tendrá en su balance 3.000 millones. Este paso se ha podido dar por la pérdida de poder de Benjumea en la remodelación aprobada este mes.

El acuerdo deberá ser desarrollado y presentado al resto de acreedores para buscar que sea refrendado antes del 28 de marzo por el 75% de los prestamistas del grupo, necesario para evitar el concurso.