Epitafios fascinantes

18/03/2016

Luis Picabia. Bowie y Lemmy espeluznan con sus testamentos.

Bowie fascina con su disco póstumo

-El artista universal deja un epitafio espeluznante.

davidQue David Bowie había recuperado su inspiración no le cabía dudarlo a nadie que hubiera oído sus más recientes obras. “The Next Day”, “Reality” o “Heathen” lograban provocar, a ratos, esos latigazos eléctricos y extrasensoriales que producían sus primeras obras. Pero una cosa era recuperar parte de la inspiración y otra, aún más llamativa, despedirse del planeta con un disco tan cargado de misterio, magia y fascinación como lo está su póstumo “Blackstar”.

Misterio, magia y fascinación que acompañaron a Bowie y a su obra  a lo largo de toda su vida. Y una capacidad para observar, absorber y reinterpretar los descubrimientos de otros y los suyos propios que aparece de manera muy nítida en su álbum de despedida. Recoge las innovaciones de la etapa musical con Eno y Fripp en Berlín y la baña con un barniz de free-jazz envuelto en aspereza y, al tiempo, en melancolía, hipnosis e inquietud.

El artista sabe que se está muriendo pero no quiere que la urgencia en terminar el álbum le pueda y se recrea en ambientes nebulosos, sensuales, casi religiosos. Cómo en el caso de “Lazarus” y su referencia al amigo de Jesucristo que éste resucita o de la tétrica y embrujadora “Girl Loves Me” o de la estremecedora “Tis A Pity She Was A Whore”. Sin duda un epitafio memorable.

Sello: Universal. Precio: 10. Discografía esencial: “Diamond Dogs”, “Hunky Dury”, “Pin Ups”. Influido por: Dylan, Ray Davies, Kurt Weill, Eno. Influye en: Hanoi Rock, Nikki Sudden, Bunbury.

 

Lemmy, el amigo del diablo.

-El Mad Max del rock dijo adiós con “Bad Magic”.

motorhedComo Bowie, Lemmy Kilmester, líder de Motörhead, debía saber que le quedaban pocos días de vida para terminar su testamento musical. Por eso lo llamó “Bad Magic”, una forma muy rockera de llamar a la muerte que le llevaba rondando cerca mucho tiempo pero que su aguerrida fortaleza y su eterna rebeldía habían conseguido regatear, por mucho que le reclamara su amigo el diablo.

Lemmy se ha querido despedir como había vivido. A toda máquina. A lo bestia. Para eso era el Mad Max del rock. Y presenta su álbum, todo de negro, como si se enfrentara en un duelo a muerte con la parca. De ahí títulos como “Victory Or Die”, salvaje apertura del álbum para decir bien pronto de qué va. O “Thunder and Lighting”, de vertiginosa rapidez, o “Till the End”, una balada bluesy, arisca, rasposa y conmovedora de esas que hacía como nadie.

Ni nadie como él se llevaba tan bien con el demonio y los avernos. Así lo muestra en su tema “The Devil”, donde saluda a su amigo sabiendo que le espera pronto. O en la vibrante versión del tema de los Stones, “Sympathy for the Devil, que elige como la última canción que graba antes de que le cierren el féretro. Por si alguien tuviera la tentación de pensar que quería ir al cielo.

Sello: UDR. Precio: 10. Discografía esencial: “Overkill”, “Ace Of Spades”, “Bomber”. Influido por: MC 5, Blue Cheer, Hawkwind. Influye en: Male Bonding, Fuckin´ Bollocks, Leatherface.

 

 

 

 

 

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Un pensamiento en “Epitafios fascinantes

  1. Dos discos «negros» de luto y despedida. De enigmática portada el de Bowie, de evidente portada el de Motörhead. Pero no nos marchitemos, si aún sigue «apareciendo» grabaciones inéditas de Hendrix, qué no aparecerá de Lemmy y Bowie durante los próximos cien años!

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