Está claro que cuando menos te lo esperas salta la liebre, aunque esta vez podía esperarse siquiera relativamente. Fue «oler» los 1.300 puntos el S&P 500 (de hecho el futuro sobre el índice tocó la barrera) y comenzar una espectacular recuperación de esas que dejan a más de uno con la boca abierta. Cuentan los que saben de esto que «la primera que un índice toca o regresa a un nivel psicológico, es decir a un número redondo, es buen momento para ponerse contrario al mercado» y se cumplió. ¡¡Vaya si se cumplió!!

Eran solo las cuatro menos veinte de la tarde hora europea, con toda la jornada americana por delante, cuando el S&P 500 tocó ese límite que separa el bien del mal. El problema es que el dato de peticiones de subsidios de desempleo fue mucho peor de lo esperado, por lo que lo lógico era seguir a la baja durante más tiempo, romper la barrera y tratar luego de remar para recuperarla. Pero no. En el mercado muchas veces valen más los usos habituales que los razonamientos. Contra cualquier lógica, el índice no sólo remó, sino que consiguió recuperar hasta cerrar en positivo, por los pelos, pero en positivo respecto a ayer. Los toros volvieron al ruedo y echaron a los osos con cajas destempladas, adueñandose por completo de la operativa y haciendo gala de ello.

Y ahora viene la siguiente «regla de oro», esa que dice que «tras una sesión de ida y vuelta muy acusada, si el mercado logra recuperar o quedar prácticamente a la par, tomar posiciones alcistas«. ¿Es muy acusado que el S&P 500 recupere más de 13 puntos? ¿Y que el Dow Jones recupere 125 puntos? La respuesta es sí. Se trata de un movimiento realmente muy acusado, así que haciendo caso a los usos y costumbres deberían tomarse posiciones alcistas y tomar como referencia que no debe ser perdido el mínimo del día de hoy. Un cierre por debajo supondría el cierre de la posición.

Les prometo que si estuviera tan claro me lanzaría a la piscina sin dudarlo con mis escasos ahorros, pero no está tan claro por dos razones. La primera es porque el 1.300 es un nivel puramente psicológico pero el nivel técnico que se ve más claro es el de los 1.290 puntos del S&P 500. Y la segunda y más inmediata es porque mucho de lo que ocurra mañana va a depender de la «bienvenida» que den los inversores a las cifras de Google, que se hicieron públicas tras el cierre del mercado oficial.

Por si sirve de pista, la subida del beneficio del gigante de internet en un 17% no ha gustado ni poco ni mucho. No ha gustado nada. En los primeros momentos del «after hours» las acciones de Google bajaban un 5% porque los analistas pensaban en 8,11 dólares de beneficio por acción y finalmente se quedó en 8,08. No quiero pensar qué pasaría si hubiera sido de cinco. Si tres céntimos es bajar un 5%, tres dólares es la hecatombe mundial.

Evidentemente, las cosas que pasan en el «after hours» hay que tomarlas siempre con precaución, pero un castigo tan severo en apenas unos segundos no es cuestión a despreciar. Mañana, con el mercado abierto, puede que recupere, o que no, pero es seguro que los índices van a sufrir un poquito, al menos en la apertura, así que dejaremos las posiciones alcistas para mejor ocasión, porque volvemos a estar llenos de dudas ¡¡por tres céntimos!!

¿Seguirán mañana los toros en el ruedo o se habrán vuelto mansos pastueños y regresado a toriles? De momento, los osos han salido de la osera para atizar a Google y de paso a muchas tecnológicas durante la noche. Mañana, con el clarear del alba americana promete entablarse un lucha divertida al tiempo que se van conociendo datos economicos como inflación o producción industrial.

Y ahora que hablo de datos, una mínima cuita. Me cuentan que en Londres andan muy preocupados con la inflación china y su efecto en las empresas mineras que cotizan en el London Stock Exchange. Por lo que se ven en Nueva York, hoy, no les ha preocupado en absoluto semejante cosa y les prometo que cotizan también unas cuantas empresas mineras. ¿Ven como casi siempre estas cosas son puras excusas?

De momento, disfrutaremos con la gesta de hoy a pesar de que para la estadística quede en un pírrico 0,01% de subida para el S&P 500, un 0,12% para el Dow Jones y una pérdida del 0,05 para el Nasdaq Composite.