Google y PayPal desembarcan en Cuba de la mano de Obama

26/03/2016

Miguel Ángel Valero. Otras inversiones de empresas norteamericanas prefieren esperar a que desaparezca el embargo, para evitar problemas legales en su país de origen.

La histórica visita de Barack Obama, el primer presidente de EEUU que llega a Cuba desde el triunfo de la Revolución, está facilitando el desembarco de empresas estadounidenses en la isla caribeña. Con Obama viajaron a la isla caribeña directivos de PayPal, Airbnb, y las cadenas hoteleras Starwood y Marriott, entre otros grupos empresariales.

Mientras algunas empresas prefieren esperar a que desaparezca el embargo, para evitar tener problemas legales en su país de origen, otras anuncian proyectos de inversión en Cuba, y algunas aceleran sus planes de entrada en la isla.

Así, Google anuncia una manera muy original de entrar en Cuba: ofrecerá Chromebooks y gafas de realidad virtual Cardboard al Museo Orgánico Romerillo en La Habana, dentro de una instalación educativa para que los niños puedan viajar a través de Internet. También se ha ofrecido para ayudar a Cuba a mejorar su servicio de Internet.

Por su parte, PayPal promocionará el servicio Xoom de remesas para facilitar los envíos de dinero desde EEUU a Cuba. La empresa de pagos virtuales sigue los pasos de Western Union, que el mismo día que Obama aterrizaba en La Habana anunciaba que ampliaba a España y otros países el servicio de remesas de dinero a Cuba.

Hay 1,4 millones de cubanos viviendo fuera de la isla, en 72 países, aunque el 96% están concentrados en EEUU, España, Italia, México y Canadá. Las remesas de dinero en efectivo enviadas a Cuba alcanzan los 2.800 millones de dólares anuales, el 90% procedente de EEUU, y llegaron al 62% de los hogares de la isla, según datos de Western Union.

La plataforma de alquileres vacacionales basados en la economía colaborativa AirBnb, que lleva un año en Cuba, ya cuenta con 4.000 ofertas en la isla, de las que 2.700 están en La Habana. Allí compite con la chilena Sinbad, que ofrece un servicio similar y que también consiguió el año pasado autorización para operar en Cuba.

Infor, la firma neoyorquina de software e integración de datos, ya ha firmado acuerdos preliminares con las empresas de tecnologías de la información cubanas DeSoft y Softel, y con la Universidad de Ciencias Informáticas, uno de los centros de investigación con más prestigio en la isla. Si se terminan concretando en alianzas, la colaboración comenzará con la integración de datos del sector sanitario, una de las áreas de actividad de Infor, que cuenta con el 72% de los hospitales de Estados Unidos de más de 150 camas como clientes-

El problema de un embargo que dura 60 años

Desde que en diciembre de 2015 Obama y Raúl Castro protagonizaron el ‘deshielo’ en las relaciones entre EEUU y Cuba, marcadas por un embargo que dura ya 60 años y que condiciona la situación económica y social en la isla, muchas empresas norteamericanas se preparan para el desembarco en este mercado.

El embargo hizo que Cuba se echara en brazos de la antigua Unión Soviética. La caída de la URSS apenas fue compensada por los ingresos procedentes del turismo. Y aunque se ha relajado mucho el embargo norteamericano a Cuba, especialmente desde el ‘deshielo’ iniciado el último mes de 2015, ninguna empresa norteamericana quiere dar un paso en falso.

La vigencia del bloqueo (como prefieren denominar en Cuba al embargo) se traduce en restricciones para la utilización de dólares para operaciones en la isla, y sobre todo en la imposibilidad de exportar productos cubanos a EEUU o de recurrir a créditos comerciales para financiar inversiones allí.

Obama no puede suprimir el embargo, porque es una decisión que compete al Congreso norteamericano, controlado por el Partido Republicano, donde pesa mucho el lobby cubano anticastrista. Por eso, muchas empresas norteamericanas están frenando proyectos de inversión en Cuba hasta que, una vez pasadas las elecciones presidenciales, el panorama se aclare.

Pero a las empresas norteamericanas, como a las de otros países, no sólo les preocupa el embargo. También, el intervencionismo estatal en la economía, reflejado en que al menos el 51% de cada uno de los hoteles y complejos turísticos de Cuba debe estar en manos del Gobierno. Y datos como éste: solamente Corea del Norte figura en peor puesto que Cuba en el Índice de la Libertad Económica 2015, con el que la Heritage Foundation clasifica a 178 países en función del nivel de corrupción, y de respeto a la ley, los derechos laborales y empresariales.

Al mismo tiempo, los grupos empresariales estadounidenses no quieren dejar de pasar la oportunidad de entrar en un mercado ‘virgen’, especialmente en tecnología, infraestructuras y sistema financiero. Tampoco desean que empresas de otros países se aprovechen de la existencia del embargo de EEUU para tomar posiciones en Cuba.

Un dato preocupa mucho en EEUU: hay más de medio centenar de empresas de México listas para entrar en Cuba, además de las 4 que ya lo han hecho. También están los movimientos de compañías latinoamericanas, españolas, y de otras zonas de Europa, y de China, entre otras.

Un ejemplo es Sinbad, la plataforma online chilena de alojamientos entre particulares, que desde noviembre de 2014 preparaba lo que luego se hizo realidad: ser el primer grupo que se dedica a alojamientos entre particulares en Cuba. Comenzó en 2015 con medio millar de apartamentos, repartidos entre en La Habana y Varadero, los dos grandes focos turísticos, y actualmente se encuentra en una fase de clara expansión de este negocio.

Otro es la multinacional sueca de la comunicación Kreab, que es una de las primeras en abrir oficina en la Habana. Precisamente para «asistir a empresas internacionales a la hora de establecerse en la isla y ofrecerles su asesoramiento», sin descartar por supuesto a «los clientes locales que necesiten apoyo tanto en Cuba como a escala global”.

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