UGT inicia hoy su proceso de renovación interna que le llevará a renovar las cúpulas directivas de sus federaciones regionales. Aun así, en este proceso que debe concluir en poco más de mes y medio, y que tiene lugar tras la renovación de su cúpula directiva central, los cambios más profundos no tendrán que ver con la estructura territorial. La mayor modificación, tras la marcha de Méndez y la llegada de Josep Maria Álvarez a la dirección central del sindicato, se relaciona con con su división en ramas, que deberán reducirse a tres desde las seis existentes en la actualidad.

El proceso comienza hoy viernes con la celebración de los congresos de la organización en Extremadura y Castilla y León, y se prolongará hasta el próximo 20 de mayo. En ese plazo todas las uniones habrán celebrado sus congresos de renovación. Y se habrá concluido además el proceso de fusión de sus seis federaciones de rama, que quedarán en tres.

Así, UGT celebra en menos de dos meses un total de 25 congresos ordinarios, y tres congresos constituyentes de las nuevas federaciones estatales. Además, se aprobarán las hojas de ruta que marcarán la actuación de las diferentes uniones territoriales y sectoriales para los próximos años, en línea con lo aprobado en su último congreso confederal celebrado el pasado mes de marzo, y donde resultó elegido Josep Maria Álvarez en sustitución de Cándido Méndez.

Los asistentes a los congresos territoriales decidirán la estructura organizativa que consideren más adecuada para ejercer sus funciones. La única condición es que exista un órgano de dirección, así como fórmulas que garanticen la participación de los afiliados.

Descentralización

Los cambios más profundos afectarán a las organizaciones federales. Se constituirán tres nuevas federaciones organizadas en sectores, divididos en actividades de producción de bienes y sector primario (primera federación); actividades y servicios (segunda federación); y actividades y servicios relacionados con las administraciones públicas (tercera federación).

Cada una de las nuevas federaciones fijará su propia organización interna según los sectores a que dé cobertura. Tendrán competencias en materia de negociación colectiva, desarrollo de políticas sindicales, capacidad de reivindicación y acción tanto nacional como internacional; y contarán con los recursos suficientes para desarrollar sus objetivos.