La construcción tiene recorrido. El Consejo Económico y Social (CES) ha reclamado un plan con medidas específicas que contribuyan a la reactivación del sector del ‘ladrillo’. En caso contrario, será difícil que España recupere el nivel de empleo anterior a la crisis, según advierte el principal ente consultivo, que cuenta con representación de patronal, sindicatos y de otras organizaciones del ámbito social.

El informe publicado este martes por el CES señala las fortalezas y oportunidades de un sector cuyo nivel de actividad se encuentra por debajo de los niveles normales en Europa, según destaca el documento aprobado por unanimidad en el pleno del órgano consultivo.

El CES reclama la recuperación del esfuerzo inversor de un sector muy afectado por la caída de la inversión derivada de la necesidad de cuadrar las cuentas públicas. Destaca en primer lugar la pujanza de un sector que, desde los noventa a 2007, actuó como locomotora de la actividad económica, con un crecimiento anual próximo al 6%.

El pinchazo de la ‘burbuja’ inmobiliaria, la falta del crédito y las restricciones presupuestarias redujo la actividad hasta niveles por debajo de los normales en las principales economías del entorno europeo. A largo plazo, añaden, el sector pasará a representar en torno al 7,9% del Valor Añadido (VAB) y entre el 7,5% y 10,5% del total del empleo.

Imprescindible para el empleo

El CES reclama una política “integrada y estable” con medidas que contribuyan a la recuperación de un sector cuyo concurso se hace necesario para recuperar los niveles de ocupación anteriores a la crisis.

Entre las debilidades del sector, el CES destaca la atomización empresarial y la polarización crecientes, impulsadas por la destrucción del tejido empresarial derivada de la crisis. Esta dispersión dificulta el diseño de medidas generales de reactivación. Además, preocupa también el elevado desempleo, sobre todo de la mano de obra menos formada, así como un nivel de innovación inferior a la media de otros sectores.

Sin embargo, la construcción española presenta también fortalezas, como la solvencia de las empresas que han sobrevivido a la crisis, una industria auxiliar competitiva, un elevado grado de innovación en materiales y procesos productivos, una alta competitividad de las granes empresas en el ámbito internacional, mano de obra especializada con buen grado de formación, y un sistema de negociación colectiva articulado, que ofrece cohesión y una buena formación a los trabajadores.

Oportunidades

Entre las oportunidades el informe señala las carencias en infraestructuras ferroviarias, tanto de carga como de viajeros, así como de infraestructuras logísticas que faciliten la intermodalidad, y redes secundarias relacionadas con la movilidad urbana.

Existen además oportunidades en el área de mantenimiento de infraestructuras; en infraestructuras de transporte de mercancías; en la construcción de corredores multimodales de mercancías, de conexiones multimodales en transporte de pasajeros y de redes transeuropeas de transporte; así como de otras infraestructuras como puertos, accesos a ciudades o redes secundarias para poblaciones de menor tamaño y en el ámbito rural.

Otras oportunidades tienen que ver con las infraestructuras para la sociedad de la información, infraestructuras de producción, transporte y almacenamiento de energía, infraestructuras hídricas, equipamientos e infraestructuras del ciclo integral del agua, y rehabilitación de viviendas y edificios.

También hay trabajo pendiente en el área de eficiencia energética, y en la de medio ambiente urbano y equipamientos sociales.

Más internacionalización

Aún con matices por tamaño empresarial, la actividad constructora presenta niveles relativamente bajos de innovación, aunque la industria de materiales presenta niveles superiores. No obstante, hay investigación e innovación en y para la actividad constructora, como lo indica el peso de la ingeniería y la tecnología en el total de la I+D ejecutada por las Administraciones Públicas, y lo muestra el proceso de internacionalización. “Este proceso ha sido creciente en los últimos años y se debe continuar fomentando”, recomienda el CES.

El potencial es amplio por las previsiones de creciente demanda mundial de infraestructuras, la evolución económica de algunas áreas geográficas, y la aparición de mayor competencia en los mercados internacionales, destaca.

Por último convendría reforzar desde las Administraciones – señala – los instrumentos de apoyo en las primeras fases del proceso y apoyar la coordinación de los consorcios de empresas españolas en el exterior.

Sin financiación

Sin embargo, la reactivación de la construcción encontrará algunas trabas, según señala el informe, como los abultados déficit públicos y deudas soberanas, así como las limitaciones financieras, que podrían capearse con mayor cooperación pública y privada, planes de inversión pública, y nuevas fuentes de ingresos y de financiación.