Antes los niños merendábamos un bocata, habitualmente, de chorizo o mortadela. Hoy, los niños meriendan bollería industrial, en su gran mayoría. Antes se cocinaba en casa. Ahora se compran muchos platos preparados. Son solo algunos cambios que han tenido lugar en nuestra alimentación y a pesar de la archi famosa dieta mediterránea, y seguramente tengan que ver con que nuestros niños, en España pero también en el resto de países ricos, cada vez están más gordos.

Esto pone de manifiesto el primer informe sobre obesidad infantil publicado por Healthouse, que viene cargadito de cifras: somos el segundo país de la UE con niños con obesidad y sobrepeso. Por primera vez en la Historia, hay más personas con exceso de peso que desnutridas, según la OMS: hay 42 millones de niños obesos. Se considera obesidad la acumulación excesiva de grasa corporal que se identifica con un aumento de peso superior al 20% del peso ideal; el sobrepeso, sin embargo, se considera cuando el peso del niño está un rango por encima del de los niños de su edad y estatura.

Uno de los platos del programa de Healthouse.

¿Qué ha provocado este problema? Varios factores: desequilibrio entre la ingesta calórica y el gasto (entre lo que comemos y gastamos); las excesivas cantidades de azúcares y grasas que hay en refrescos, comida basura y alimentos precocinados; el aumento del sedentarismo en edades tempranas (un 16% de las niñas y un 8,2% de los niños españoles entre 5 y 14 años se declaran sedentarios); la falta de información y educación nutricional de los padres; la genética, etc. Un 43% de los niños españoles tiene exceso de peso.

Todo esto tiene consecuencias para la salud ya que genera una mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares (que son la principal causa de muerte en el mundo, se calcula que en 2030 morirán cerca de 23,3 millones de personas por esta problemática); de diabetes, problemas óseos y articulares, hipertensión, elevados niveles de colesterol, etc. Aparte de la repercusión en cuanto a puras cifras económicas: se calcula que el impacto de la obesidad en la economía mundial está en torno a los 2 billones de dólares, y su coste al año, en Europa, es de 160.000 millones de dólares.

Estas cifras apabullantes pueden frenarse, cambiando básicamente hábitos: aumentando el consumo de alimentos sanos y dando una dieta equilibrada a los niños; reduciendo la ingesta de azúcares y grasas, evitando en lo posible la comida basura, comiendo más veces al día (en vez de 3, 5, más veces, menos cantidad), etc…. Healthouse además, ha puesto en marcha el primer programa en España contra la obesidad infantil, Fit & Fun, que se desarrolla en el complejo de salud y dietética de la firma en su complejo Las Dunas: allí, dispone de 32 apartamentos para alojar a niños en tratamiento y  a sus padres. El programa ha sido diseñado por médicos, nutricionistas, entrenadores y psicólogos.