Gran parte de la estrategia actual de Telefónica está centrada en la elaboración de una respuesta – lo más completa y diversificada posible- al eventual veto o imposición de condiciones que puedan ser consideradas inasumibles a la venta de O2 Reino Unido al grupo chino Hutchison. Y que pudiese desembocar como consecuencia a la vuelta a la casilla de salida en esta operación; la fecha del próximo 19 de mayo es clave, ya que está previsto que las autoridades comunitarias anuncien su veredicto ese día.
Si bien existen candidatos a la compra de activos de su filial O2, como se ha mostrado a lo largo de este proceso, otras operaciones pueden ser más rápidas para lograr el principal fin planteado: la obtención de cash para lograr una significativa reducción de deuda, además sin cuestionar el modelo de pago de dividendos.
Entre ellas está la obtención de liquidez por vías como la venta de activos, que no formen parte del core business del grupo, o la desinversión parcial a través de la colocación en Bolsa. Y el candidato mejor posicionado para la salida a Bolsa es su filial Telxius, en donde ha agrupado activos de infraestructuras. Si bien, esta transacción sólo sería una pieza más para la obtención de dinero a corto y medio plazo.
El pasado viernes en la presentación de resultados el director financiero del grupo, Ängel Vilá, aludió también a otros camino que consideran, como la posibilidad de emitir híbridos en ese escenario. «En cualquier caso, no tomaríamos medidas que pudieran tener efectos dilutivos», subrayó, añadiendo que, tampoco «hay prisa» para tomar una decisión.
En este contexto la preparación de la salida a Bolsa de Telxius prosigue su camino. El patrimonio de la filial, al que pueden añadirse otros activos, incluye ya más de 65.000 kilómetros de cable submarino de fibra óptica -alrededor de 31.000 kilómetros son en propiedad- y 16.000 torres de telecomunicaciones en España, Alemania y varios países de Latinoamérica.
Telxius obtuvo el pasado ejercicio un beneficio bruto antes de amortizaciones (Oibda) de en torno a 300 millones de euros (con un margen delo 45%) y alcanzó unos ingresos de 680 millones de euros, según los cálculos pro forma realizados por la operadora
El 60% de los ingresos del pasado año correspondieron a cables submarinos y el 40% a las torres, negocios en el que un 15% de la facturación procedió de América Latina y un 85% de Europa. Telefónica espera que sea uno de los proveedores de servicios de infraestructuras de telecomunicaciones líderes en Europa y América.
Telefónica está estudiando en estos momentos «diferentes alternativas estratégicas» para su nueva filial de infraestructuras, entre las que se encuentra una posible salida a Bolsa, que podría tener lugar a finales del segundo trimestre o principios del tercero.
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