El complejo marco interno británico en el sector de las telecomunicaciones que ha propiciado en parte el veto a la compra de O2, filial de Telefónica en ese país, por el grupo Hutchison, se ha mostrado de nuevo este martes 17 de mayo en las declaraciones del consejero delegado de Vodafone, Vittorio Colao. El máximo directivo del líder en telefonía móvil del Reino Unido ha expresado su apoyo a la decisión de las autoridades comunitarias de la competencia, señalando que la operación, que ascendía a 10.500 millones de libras, habría lesionado la competencia.

Colao, que con anterioridad había pedido «duras condiciones» a la transacción, ha ratificado la posición contraria de su compañía al indicar que la propuesta de la teleco china, que incluía la congelación de las tarifas por cinco años, no era suficiente para garantizar la competencia en redes.

En realidad, Vodafone había ‘presionado’, como otras compañías de telecomunicaciones, para que la transacción no se realizase. El argumento utilizado es que la fusión de Three -filial de Hutchison- y O2, el cuarto y segundo operador de móviles de Reino Unido, respectivamente, iba a crear una compañía con una cuota de mercado del 40% Su unión crearía el líder del mercado con una cuota del 40%, por delante de el grupo que dirige Vittorio Colao y de BT-EE.

Las declaraciones de Colao, realizadas en una video-conferencia-  se han referido también a los resultados del grupo. La multinacional británica ha registrado una pérdidas neta por 3.818 millones de libras (4.900 millones de euros) en el ejercicio fiscal que concluyó en marzo. Datos que contrastan con los beneficios de 5.917 millones de libras obtenidos en el ejercicio anterior, de abril de 2014 a marzo de 2015, según los datos enviados a la Bolsa de Londres.

La teleco registró en este último ejercicio unas pérdidas brutas de 449 millones de libras (575 millones de euros).  El beneficio operativo fue de 1.377 millones de libras (1.762 millones de euros), un 30% menos que en el ejercicio precedente