ETA-Batasuna, en cuarentena

29/10/2010

diarioabierto.es.

En este país tenemos por costumbre hablar y hablar de ETA aunque los terroristas no maten. Si no fuera un problema tan importante, se podría decir que para los medios de comunicación y para los políticos el asunto de la organización terrorista vasca es un tema recurrente que sirve para llenar páginas y páginas de periódicos y abrir informativos de radio y televisión.

Estamos asistiendo en los últimos días a una ceremonia de confusión en torno a la desaparición de ETA y a la participación de Batasuna en las próximas elecciones municipales de mayo de 2011. Abrió la ceremonia el presidente Rodríguez Zapatero al decir que los pasos de Batasuna, aunque insuficientes, no serían en balde. Y desde entonces el globo se ha hinchado, aquí ha hablado todo el mundo para no avanzar nada y generar claramente una vorágine de especulaciones.

Efectivamente, todo miembro del nuevo Gobierno de Zapatero que ha sido consultado ha dado su opinión sobre ETA- Batasuna, trasladando prácticamente el mismo mensaje. Se notaba la coordinación informativa impuesta por Pérez Rubalcaba, aunque fue precisamente el Ministro del Interior y Vicepresidente del Gobierno quien tuvo que dar la cara y dejar las cosas claras al asegurar que “nada había cambiado”.

Porque la verdad es que no ha cambiado nada. Ha habido mucho ruido y en el barullo incluso han comparecido los Otegi de turno para lograr el apoyo del socialista vasco Jesús Eguiguren. Jueces como Baltasar Garzón o la mismísima Margarita Robles son ahora claramente partidarios de forzar a Batasuna a la ruptura con ETA y contrarios a cualquier diálogo o negociación con los terroristas.

Aquí ha hablado todo el mundo. Pero en toda esta ceremonia de confusión sobre la disolución de ETA han surgido voces que han llevado algo de sentido común al debate. Han sido Antonio Basagioti, presidente del Partido Popular vasco, y el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui. Los dos han coincidido a su manera en poner el asunto en cuarentena.

Muy claramente se ha expresado Basagoiti al decir que a Batasuna no hay que dejarle presentarse a las próximas elecciones municipales por muchos gestos que haga, porque cree que a los que están en este mundo de ETA hay que mantenerlos en una cuarentena lo suficientemente garantista como para asegurarnos de que no volverá a engañar a la sociedad. Basagoitui ha propuesto que purguen sus penas y demuestren su voluntad durante los cuatro próximos años y si se comprueba que tienen buena voluntad, pues se les podría permitir presentarse a los comicios de 2015.

Ramón Jáuregui también se ha visto forzado a salir a la palestra para desmentir que el Gobierno estaba negociando con Batasuna. Y ha aprovechado para trasladar su escepticismo con que veamos un final total por disolución de ETA. También ha hablado de cuarentena al apuntar que si ETA termina y Batasuna rompe con ella habrá que esperar más tiempo para constatar que sus decisiones son fehacientes, definitivas e irreversibles.

Así pues, metamos a ETA y a Batasuna en cuarentena y dejémonos de especular y de adelantar acontecimientos, pero con la garantía de que todos, PSOE y PP sobre todo, siguen fieles a las reglas del juego de la lucha antiterrorista que han acordado.

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