El miércoles pasado, con la disputa de la final de la Europa League, se dio el pistoletazo de salida a una sucesión de eventos futbolísticos que provocará una convulsión social de tal calibre que, de acuerdo a  a la experiencia de Coaching Club, generará un aumento en el índice de felicidad de tres de cada cinco españoles. 

La final de la Champions League, con dos equipos españoles en disputa, y el inminente inicio de la Eurocopa, supondrán para los aficionados una vía de evasión y un aliciente emocional que paliaran los sinsabores políticos y económicos padecidos en los últimos meses

Verónica Rodríguez Orellana, terapeuta y directora de Coaching Club  explica: “Con el fútbol no se juega. Los españoles tienen muy integrado en su cultura este deporte que genera no solo un aumento de la felicidad sino un incremento de las relaciones sociales, encuentros familiares; una multiplicación del consumo en bares y hasta un boom en la natalidad, como ya ocurriera cuando la selección nacional se alzó con el título mundial y, en dos ocasiones consecutivas, con la Eurocopa ”.

Según Coaching Club, después de un invierno difícil y especialmente largo a causa de las arduas condiciones económicas, laborales y políticas, los españoles buscan una sana válvula de escape. El fútbol es uno de los mayores reclamos, ya que se trata de un deporte «muy emocional y visceral» que permite crear lazos entre las personas que lo disfrutan juntas.

–  Fomenta la liberación de endorfinas, las llamadas ‘hormonas de la alegría’, que pueden ayudar a reducir el dolor y aumentar el bienestar emocional.
– Propicia la socialización , los reencuentros , el sentido de pertenencia e incluso la sana controversia . 

–  La transmisión del placer de su disfrute se suele producir de padres a hijos y muchas veces proporciona la excusa perfecta para el reencuentro tras a algún alejamiento familiar  

–  Para practicarlo no es necesario tener que llegar a algún sitio en concreto, tampoco necesitas tener una gran habilidad para divertirte con los amigos. Solo necesitas abrir la mente, destapar el corazón, cargar las pilas  y correr con libertad.

Por otro lado, es un deporte que puede constituir un caldo de cultivo para el desarrollo de los intereses partidistas de los políticos que, a sabiendas de las emociones que mueve este deporte y estos eventos, no dejan pasar la ocasión para extraerle un interesado rédito electoral. En este sentido Verónica Rodríguez Orellana afirma que El ciudadano debe perseguir con ahínco y encono el respeto de sus gobernantes, conseguir el incremento de lo que se denomina como FBN (felicidad bruta nacional)” que añade, “ Y es que, como ya ocurrió el pasado fin de semana con el tema de las esteladas en la final de la copa de España, algunos políticos seguirán haciendo mal uso de su responsabilidad pública generando polémicas artificiales y nocivas. Sin embargo, queda patente que la sociedad está muy por encima de estas situaciones”. 

El fútbol movilizará durante el próximo mes y medio a toda la población : personajes famosos, políticos, deportistas, periodistas y toda la sociedad pública o privada. Es un fenómeno de masas  en torno a un deporte que se vive con mucha pasión. 

“Con la victoria de nuestro equipo se genera una sinfonía de sensaciones agradables, orgullo, felicidad, victoria, logro, expectativas, unión, patriotismo deportivo; un sinfín de emociones en un deporte apasionado, impredecible, dramático y que muchas veces  escapa de la lógica. Por ello se le viene denominando el opio del pueblo, aunque posiblemente también sea un lenitivo muy necesario para apaciguar las innumerables emociones negativas y los sinsabores que la vida cotidiana nos inflige.