Tras las últimas lluvias los 14 embalses madrileños se encuentran al 94% de su capacidad, lo que ha obligado a abrir compuertas y a desembalsar. El Atazar, la máxima reserva de la región, lleva soltando agua desde el 7 de mayo, y los tanques de tormentas han batido récords.

En total se han desembalsado de momento 94,23 hectómetros cúbicos, que proceden además de El Atazar de los pantanos de Navalmedio, La Jarosa, Navacerrada, Pinilla, Riosequillo, Puentes Viejas, El Villar, El Vado y Pedrezuela.

La región ha superado un otoño de temperaturas superiores a las habituales y de escasas lluvias. Noviembre finalizó con la calificación de “extremadamente cálido”,según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). En ese mes se llegaron a alcanzar los 25,6 grados en el serrano Alpedrete. En enero y febrero, las temperaturas continuaron altas, pero llovió.

Hace dos meses, en marzo, los pantanos se encontraban al 74,89% de su capacidad total; 12 puntos por debajo del mismo mes del año pasado, siete menos de la media del último lustro (81%) y en línea con la media de la última década (75,5%).

La situación continuó mejorando en los siguientes meses. Del “extremadamente cálido” se pasó a un abril que Aemet calificó como “muy o extremadamente húmedo”. Las mayores precipitaciones se registraron en Barajas, con 120 litros por metro cuadrado, y en Torrejón de Ardoz (105). Actualmente, los embalses se hallan al 94% de su capacidad, por lo que tienen que desembalsar continuamente para evitar que una avenida impida regular los cauces con seguridad.