Comisiones Obreras (CCOO) ha presentado este jueves su balance de situación, tras cuatro años de aplicación de la reforma laboral. El informe, elaborado por los negociadores de convenios y la Fundación 1º de Mayo, abarca un período de 2013 a 2015, y analiza 25 convenios sectoriales y 45 de empresa, a través de diversas fuentes documentales, como la estadística de convenios colectivos, el registro de convenios Regcon y otras fuentes oficiales.

La primera conclusión es que la reforma laboral ha contribuido a precarizar las condiciones de trabajo aunque no ha alterado sustancialmente las condiciones de protección que ofrecen los convenios a unos 10 millones de trabajadores asalariados.

“Hemos salvado los muebles”, afirma Ramón Górriz, responsable del departamento encargado de negociar los pactos colectivos.

Sin embargo, aunque su efecto ha sido limitado, gracias en parte a la acción de tribunales y de los propios agentes sociales –incluyendo a los empresarios–, dos postulados de la reforma laboral sí han producido sus efectos. Por un lado, la prioridad aplicativa que la reforma concedió a los convenios de empresa ha “disparado” la firma de nuevos convenios a este nivel.

En este punto el informe destaca algunos “abusos” e “ilegalidades”. Así, muchas empresas se han lanzado a redactar convenios en microunidades de negociación, lo que implica muchas veces “condiciones abusivas” de trabajo, afirma Rita Moreno, una de las autoras del estudio.

Aunque son pocos los trabajadores afectados, el deterioro de las condiciones laborales en estos ámbitos es “importante”, aseguran.

Convenios sectoriales

Sin embargo, la reforma está teniendo a la vez el efecto contrario, y ha espoleado la firma de convenios sectoriales. En esta línea recientemente se han firmado grandes pactos de sector, como el Convenio estatal de intervención social, o el Convenio estatal de colectividades, o el primer Convenio estatal de la industria del metal, y otros importantes de ámbito autonómico, destacan.

En lo relativo a los salarios, los mayores cambios tras la aprobación de reforma laboral de 2012 tienen que ver con la estructura de las retribuciones. En esta área, el estudio critica la falta de claridad que se observa en los nuevos convenios colectivos a la hora de definir los complementos salariales.

Sin embargo, el balance final es que no se aprecian grandes cambios en unos años, por otro lado, marcados por la contención salarial, recogida en los acuerdos marco con los empresarios.

Tiempo de trabajo y polivalencia

Preguntados los negociadores sindicales, los miembros de CCOO destacan sin embargo que donde sí se notan con claridad los efectos de la reforma es en dos materias específicas que se negocian en convenio, como son el tiempo de trabajo y la funciones que debe desempeñar cada trabajador.

Los empresarios han ganado poder de negociación y ahora “presionan” sobre todo para lograr que el personal se adapte a sus prerrogativas en lo relativo a la distribución de la jornada. También tratan de establecer categorías polivalentes, con las cuales lograr que los trabajadores no puedan negarse a realizar un abanico más amplio de funciones.

En conclusión, el sindicato afirma que la reforma laboral “no ha conseguido su objetivo de variar la estructura de la negociación colectiva para que impere la microestructura, y la libre disposición del empresario”. Sin embargo sí ha conseguido deteriorar las condiciones de trabajo de algunos trabajadores, y debilitar el poder sindical a la hora de negociar los pactos con los empresarios.

Convenios “ilegales”

El sindicato ha llamado la atención sobre un movimiento que se reproduce en las empresas después de que la reforma otorgara prioridad aplicativa a este convenio sobre el de sector. En concreto, en algunas empresas se constituyen mesas de negociación “ilegítima”, donde por ejemplo un solo negociador “a quien nadie conoce” negocia un convenio que se aplicará “en todo el Estado”.

Sin embargo, los jueces están reaccionando contra estos “convenios ilegales”, y están anulando parcial o totalmente algunos de estos convenios, esgrimiendo en sus sentencias que se ha constituido ilegalmente la mesa negociadora, o bien, por excederse en las materias en las que la ley otorga prioridad aplicativa.

De hecho, lamentan desde CCOO, el convenio de empresa ha pasado de ser un instrumento que mejoraba las condiciones recogidas en el convenio de sector, a una herramienta para “bajar salarios y empeorar las condiciones de trabajo”.

En este sentido destacan las sentencias que afectan a las llamadas empresas multiservicios, y donde se intenta aplicar a todo un grupo empresarial las condiciones que deben regir en un único centro de trabajo, detallan.

Inaplicaciones poco transparentes

Finalmente, el informe detalla que en el capítulo de las inaplicaciones de convenio, y aunque se ha atemperado la “sangría” de descuelgues que se produjo en 2013, que rebajaban sobre todo las cuantías salariales, las estadísticas oficiales siguen reflejando una falta de información relativa al importe de estas rebajas de salario, así como a su duración.

Además, y en relación a los salarios, otro efecto del auge de los convenios de empresa es que tienen a “petrificar” la negociación colectiva, ya que se negocian las condiciones para largos períodos de tiempo, de cinco años –superiores a la media de tres–, y con avances salariales muy moderados, critican.

Por último, el informe señala que algunos convenios provinciales están decayendo por desaparición de las patronales que los negociaban, arrastradas por la falta de recursos.