Hay lugares que deberían estar prohibidos. Porque duele decirles adiós. Son aquellos entornos en los que eres feliz. Y en los que te sientes flotar en un paraíso por la belleza que los rodea. Os presentamos algunas suites desde las que disfrutar de vistas y panorámicas sobrecogedoras.

Suite especial del Lirolay, Argentina. En San Carlos de Bariloche, uno de los lugares más intensos e increíbles de Argentina, rodeado de un entorno impresionante por sus lagos, arroyos, ríos de deshielo y montañas, se encuentra este hotel boutique. Con una infinita vista al Lago Nahuel Huapi, a sus islas y a la cordillera de los Andes, está construido con piedras patagónicas, madera de ciprés, techos de piedra laja, durmientes de quebracho, cemento alisado y revoques rústicos. El edificio es como un verdadero castillo de cuento y todas las suites del son bestiales. Pero por destacar una, elegimos la que denominan “especial”. Es un espacio delicado, de refinada decoración, muebles antiguos, cuadros de autor y un impresionante juego de techos en madera de Oregón. Ideal para disfrutar de una velada romántica inolvidable, con el lago como postal en cada ventana.

Suite Greta, Italia. Con permiso de Villa d´Este, uno de los hoteles icónicos que rodean el lago Como es el Tremezzo. Esta zona italiana ofrece un escenario tan deslumbrante que ha atraído a personalidades de relevancia mundial desde la época romana. El Tremezzo es un gran hotel señorial, de construcción centenaria, de máximo lujo, rodeado de cinco hectáreas de bosques y jardines, con espectaculares vistas al lago. El estilo que domina este imponente hotel es la variante italiana del Art Nouveau, con una marcada influencia francesa y algunas pinceladas inglesas. La suite Greta se ubica en la primera planta. Casi cien metros de exquisita decoración, enormes ventanales y acabados de mármol ofrecen una estancia inolvidable. Pero lo mejor está en el exterior: su soberbia terraza, que parece flotar sobre las aguas, ofrece uno de los mejores atardeceres de la zona.

Suite Royal, Kenia. Paisajes embriagadores, tranquilidad sublime y naturaleza pura. Eso es lo que ofrece la isla de Lamu, en Kenia. El hotel Majlis es un maravilloso hotel regentado por una familia italiana (concretamente, la del escritor Federico Moccia, autor de algunos de los best-seller románticos más vendidos de los últimos años). Se encuentra ubicado con vistas a la bahía de Ras Kitau, en la isla de Manda. Este establecimiento esconde una joya: la suite Royal, un enorme tesoro de 260 metros decorado con una fusión de diseño italiano y swahili. Su espléndida terraza ofrece unas vistas sobrecogedoras del horizonte africano.

Suite del Petra Marriot, Jordania. El hotel se encuentra ubicado en la zona de Wadi Musa, en un valle profundo, rodeado de escarpadas montañas, abruptos paisajes y con vistas a la antigua ciudad nabatea de Petra. El entorno es único, casi parece extraído de una película de ciencia ficción. La suite del hotel dispone de grandes ventanales que ofrecen unos atardeceres rosáceos, a veces difuminados por la arena del desierto, y unos amaneceres inimaginables. Las vistas del área de la piscina son una maravilla. Tomar un té a la menta en las jaimas que tienen ubicadas en el exterior, convierten la estancia en inolvidable.

Suite Ocean Front, México. El Pacífico mexicano es un gran desconocido para el viajero español, más habituado a visitar las costas del Caribe. El hotel Capella Ixtapa ofrece un retiro de lujo rodeado de un entorno de gran belleza, acompañado por las cálidas brisas del océano Pacífico. En este hotel las vistas panorámicas de los riscos convergen con las olas del mar. En las instalaciones el huésped admira la acertada mezcla en la decoración de los toques culturales ancestrales y modernos. La textura de piezas de arte hechas a mano por artesanos locales y las piedras de la región, se fusionan con el mármol y madera pulida para brindar rincones únicos. La suite Ocean Front se ubica en la parte más alta del resort ofreciendo un lujoso salón y una amplia zona lounge. Pero lo mejor es su gran terraza con infinity pool privada y unas espectaculares vistas sobre el océano.

 

Suite Palladio, Venecia. La ciudad de las máscaras es el templo mundial de los hoteles-palacio. Por ello cuenta con alguna de las mejores suites del planeta. La Palladio, la más espectacular del mítico hotel Cipriani, ofrece una panorámica difícilmente superable: 180º sobre Venecia. Cuenta con un salón palaciego, un cuarto de baño de ensueño, con jardín propio y con acceso desde un muelle privado. Columnas de mármol, brocados, terciopelos, lámparas de araña, filigranas de cristal de Murano, obras de arte y una colección de antigüedades facilitan una estancia de ultralujo. Los ventanales panorámicos hacen el resto: regalan uno de los mejores ocasos sobre la laguna veneciana con la silueta de la Serenissima al frente, y sus cúpulas, azoteas y campanarios.