La nueva aplicación está disponible en la web de la CNE y permite al consumidor conocer su gasto aproximado de electricidad al año, así como el que le ofrece el resto de comercializadoras. La herramienta muestra las mejoras ofertas en la localidad del consumidor y le permite conocer el suministro más competitivo.
Durante la presentación de la nueva aplicación, la presidenta de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), María Teresa Costa, aseguró que la nueva aplicación «reforzará la competencia», al obligar a las empresas a mejorar sus ofertas, y paliará en parte las «deficiencias informativas» que a menudo sufren los consumidores en el mercado de luz y gas.
Además, auguró que la aplicación «producirá una mejora en los precios» conforme vaya desarrollándose el mercado libre. En la actualidad, hay 21,9 millones de clientes de luz acogidos a la tarifa regulada, frente 4 millones en el mercado.
En un ejemplo presentado por la propia CNE, un consumidor de electricidad de 5,5 kilovatios (kW) de potencia y 5.000 kilovatios hora (kWh) de consumo anual paga al año 1.009 euros de electricidad con la tarifa regulada, frente a los 983 euros de la mejor oferta, correspondiente a la comercializadora AE 3000.
Entre las catorce primeras ofertas presentadas por la herramienta, existe una diferencia de 108 euros entre la más cara y la más barata. En cada una de ellas se indican, ya sea en una ficha o a través de un enlace con el contrato tipo, aspectos que también deben ser tenidos en cuenta, como el periodo de permanencia, los criterios de revisión de precios o el número de teléfono de contratación, pocas veces gratuito.
El director de relaciones externas de la CNE, Rafael Durbán, reconoció que «hay pocas diferencias entre las ofertas y la tarifa regulada», y recordó que el regulador ya puso de manifiesto esta circunstancia. «Esperamos que gracias a iniciativas como este comparador de precios el mercado se desarrolle en términos similares a otros países de Europa», añadió.
Bono social
Desde julio de 2010, los clientes con potencias inferiores a 10 kilovatios (kW) pueden elegir entre acogerse a una tarifa regulada cuyo precio fija trimestralmente el Gobierno o pasar al mercado libre. Otros 2,8 millones de usuarios están acogidos al bono social y se benefician de una congelación del recibo hasta 2012.
En la actualidad, esta congelación equivale a un descuento del 15% con respecto a la tarifa regulada. En el caso del ejemplo presentado por la CNE, los consumidores del bono social, entre ellos pensiones mínimas, familias con todos los miembros en paro, familias numerosas y tarifas sociales, pagarían 811 euros al año, o 198 euros menos que con la tarifa regulada.
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