Los salarios subieron un 1,14% en los 1.910 convenios firmados o revisados hasta mayo con efectos económicos en 2016. Con esta subida, aún lejana del tope del 1,5% marcado por patronal y sindicatos en el gran acuerdo marco, la variación salarial rompe una racha de tres meses de leves bajadas, y se sitúa en su punto más alto desde 2012.

Sin embargo, la subida del 1,14% – apenas tres centésimas más que el mes precedente – no se distribuye en todos los convenios por igual. Son los grandes pactos de sector, donde los sindicatos tienen mayor poder de negociación, y que afectan al 93,8% de los trabajadores, los que ‘tiran’ de las retribuciones, con un alza del 1,17%.

Por el contrario, en los convenios de empresa, que la reforma laboral de 2012 quiso potenciar, a fin de servir de freno a las retribuciones, los salarios bajan por tercer mes consecutivo, hasta el 0,70%.

La negociación colectiva continúa recuperando el pulso después del gran acuerdo entre las patronales CEOE y Cepyme y los sindicatos CCOO y UGT firmado hace ya casi un año. Este gran acuerdo denominado Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC III), estableció un marco salarial con subidas de hasta el 1% en 2015, y del 1,5% en 2016, y una cantidad aún indeterminada para el próximo año 2017.

Sin embargo, seis meses después de firmarlo, la CEOE expresó sus dudas de que los salarios alcanzaran el tope del 1,5% que el acuerdo recogía para 2016. Ayer su presidente Juan Rosell afirmó que el camino de la recuperación es largo aún y cifró en casi una década el período de “reformas” que la economía necesitará para completar su recuperación.

Las cifras sin embargo expresan cierto brío en la firma de convenios. Hasta mayo, el número de trabajadores cubierto por la negociación colectiva se eleva a 4,81 millones de trabajadores, casi el doble que hace un año (2,7 millones).

El convenio de empresa, mecanismo de devaluación

Recientemente el sindicato CCOO ha explicado los cambios que la reforma laboral de 2012 ha operado sobre la negociación colectiva. Uno de los más notables se ha producido en el uso del convenio colectivo de empresa. Si bien antaño este convenio solía suponer una mejora en las condiciones laborales de los trabajadores con respecto a las pactadas en el sector, en la actualidad, y después de la aprobación de la reforma laboral, el convenio de empresa se ha convertido en un mecanismo de devaluación de condiciones laborales y de sueldos, según el sindicato.

La llave que lo permite es la llamada prioridad aplicativa. Desde la aprobación de la reforma de 2012, los convenios de empresa tienen prioridad sobre los de sector en lo relativo a su aplicación. Esto quiere decir que las empresas que quieren devaluar salarios y condiciones de trabajo pueden firmar un convenio propio. Y logran de este modo eludir las condiciones fijadas para todo el sector.

Las empresas lo saben. Y muchas de ellas se han lanzado a firmar convenios propios, en muchos casos sin las debidas garantías, según denunció el sindicato, que ha logrado que los jueces anulen parcial o totalmente muchos de estos convenios, debido a la falta de representación de sus negociadores o por otros defectos, encontrados por los tribunales de lo social.

Las pequeñas se ‘descuelgan’

Otra vía de eludir lo pactado son las llamadas inaplicaciones o ‘descuelgues’. Hasta mayo se produjeron 725 inaplicaciones, que afectaron a más de 14.000 trabajadores, según las cifras recogidas por la Autoridad Laboral.

También las inaplicaciones son un terreno abonado para las pequeñas empresas. Con los últimos datos, cerca del 90% de las compañías que se descolgaron del convenio son de pequeño tamaño. Y un 40% de las plantillas afectadas trabaja en una de estas compañías con menos de 50 trabajadores.

Casi el 98% de las inaplicaciones se refieren a un convenio o varios de ámbito superior a la empresa. Lo que indica que esta vía, la de la inaplicación, después de la del convenio propio, es la puerta que están utilizando las empresas para rebajar salarios y condiciones de trabajo.

En el 92% de los casos las inaplicaciones planteadas se refieren al nivel o estructura salarial. En términos acumulados, desde que la reforma laboral fortaleció esta figura en marzo de 2012, más de 312.000 trabajadores se han visto afectados por alguna de las cerca de 7.500 inaplicaciones aprobadas desde entonces.