En el mercado laboral español no coincide la oferta de perfiles con lo que piden las empresas, lo que perjudica al 25% de los jóvenes españoles que siguen estando en la casilla del paro estructural. Esta paradoja, falta de empleo y necesidad de talento extranjero, se refleja en el estudio “Retos y paradojas del mercado laboral en los jóvenes en España” de ManpowerGroup.

La recesión de 2008 supuso que el colectivo entre 16 y 39 años perdiera el 100% de empleos en España. La recuperación económica “no está llegando a los jóvenes”, argumenta Josep Oliver, catedrático de economía aplicada de la Universidad de Barcelona. El profesor asegura que las tres grandes razones de la caída del empleo juvenil en la crisis son “el descenso de población joven en los años 70, la reducción de la tasa de actividad de éstos y una menor demanda de perfiles por el desajuste del talento”.

Impacto demográfico

Oliver alerta que “mientras no se absorba el paro general del país, el problema juvenil quedará escondido”. El informe presentado desvela que, en los últimos 8 años, muchos jóvenes han pasado a formar parte del grupo de 40 a 64 años, franja de edad que ha aumentado su empleo en un 9,3% desde la crisis. Esta coyuntura ha provocado una reducción del tejido de jóvenes del 52,5% en 2008 al 44,5% este año, y del empleo juvenil que ha pasado del 55% al 41%.

El estudio evidencia que, entre 2008 y 2016, han desaparecido 3,6 millones de trabajos juveniles en España, principalmente por, el impacto demográfico que ha acabado con 1,9 millones de empleos. La menor demanda de jóvenes por parte de las empresas también ha supuesto 1,7 millones de puestos de trabajo perdidos. El informe reconoce que durante la crisis ha crecido en un 32% el número de ocupados jóvenes con alto nivel de estudios y en 2016 suben las personas con menos enseñanza.

“Pacto urgente”

Raúl Grijalba, presidente ejecutivo de Manpower en España, afirma que entre los jóvenes que presentan una mejor recuperación post crisis están los hombres inmigrantes con bajo nivel de estudios, ya que crecen un 5,2% frente al nativo que se contrae en -1,4%. El estudio apunta que la caída del mercado laboral juvenil ha cambiado y hoy el perfil del joven ocupado es femenino y nativo, posee un alto nivel de estudios, prefiere trabajar a tiempo parcial, y desempeña un tipo de empleo terciario.

Grijalba reclama un “pacto urgente, un pacto por la empleabilidad que incluya reformas no solo en el plano educativo para adaptar las necesidades de las empresas a un nuevo entorno. La unión de estas disparidades, junto a una base demográfica que se envejece, genera retos urgentes en el ámbito empresarial y social”.