La sesión de hoy en los mercados europeos ha servido para dos cosas. La primera, para dejar a los dos principales índices a tiro de piedra de sus máximos anuales (el FTSE ya lo estaba desde ayer). Y la segunda, para comprobar cómo al índice británico se le atraganta la zona caliente, esa zona en la que hay que demostrar cosas. Puede que sea el «efecto boda», pero a mi me ha saltado la alerta respecto al mercadon británico, al que en los próximos días seguiré con lupa.

En cambio, al Dax se le han visto maneras, ganas y fuerza. Me da la impresión de que no ha cerrado en máximos porque todo el mundo estaba a la espera de Bernanke y hubiera resultado «grosero» desmarcarse olímpicamente del jefe de la Reserva Federal.

¿Y el Ibex? Pues el selectivo español sigue renqueante aunque poco a poco parece que se va atenuando la presión sobre el sector financiero. Hoy se ha comportado decentemente y si la prima de riesgo mejora en los días sucesivos puede que nos de la sorpresa de ser el que acompañe al Dax si finalmente el Footsie patina.

Nos cuentan que todo depende de la restructuración de la deuda griega y que esa es la causa de la repentina subida de la prima de riesgo española y no puedo dejar pasar este comentario. ¡¡No me lo creo!! Ya sé que es lo que dice todo el mundo, pero ya saben ustedes lo que comen las moscas, son miles de millones y yo prefiero no comer lo mismo.

Qué le voy a hacer si soy así. Basta con que salga algo así en el telediario para que yo decida tirar por otro camino. Y el camino es bastante más obvio: seguimos pagando la tardanza en la restructuración de las cajas. Nadie se cree que el sistema financiero español en su conjunto no vaya a tener que pagar el dislate de las cajas de una u otra forma. ¿Por qué esto y no lo otro? Pues es sencillo. Por eliminación. Si hasta el Financial Times se ha bajado del burro y ya dice que España no es Portugal y mucho menos Grecia, ¿por qué me tengo que tragar que es Grecia el problema?

En fin, que llega el momento de demostrar cosas y llega con un Dax pletórico tras subir un 0,66%, un FTSE apocado que bajó un 0,02%, un CAC anodino que subió un 0,55% y un Ibex que trata de recuperar el tiempo perdido y avanza un 0,84%