Cinco patronales y dos sindicatos se unieron hoy para rechazar los casos de “explotación laboral y racismo” detectados en los mataderos del sector cárnico. En concreto, las patronales Anice, Fecic, Anagrasa, Anafric y Aprosa y los sindicatos CCOO y UGT reinvidican la vigencia de su convenio colectivo y pidieron el fin de las cooperativas “falsas” que operan en un sector con 100.000 empleados.

Los casos de explotación laboral y racismo han terminado por hartar a las organizaciones más representativas del sector. El pasado mes de abril, la convocatoria de huelga en una de las empresas del sector destapó el caso. Los trabajadores de Esfosa, uno de los grandes mataderos de Vic, se declararon en huelga. La plantilla, integrada en su mayoría por inmigrantes, decidió así plantar cara a los dueños del matadero.

El conflicto acabó en el juzgado con acusaciones contra uno de los propietarios de Esfosa, Josep Ramisa, por proferir insultos racistas y amenazas contra uno de los huelguistas. “Negro de mierda, te mandaré a África a que te mueras de hambre”, cuentan que dijo Ramisa.

El matadero de Vic suspendió seis meses de empleo y sueldo a la mayoría de los integrantes del comité de huelga. Sin embargo, y a pesar de estas medidas consideradas “inaceptables” por los sindicatos, la situación se agrava en otros mataderos de la zona.

Cooperativas fraudulentas

Por toda Cataluña, al calor del auge de la industria del porcino – que ha crecido un 20% durante la crisis –, han proliferado las empresas con forma de cooperativa. Sin embargo, estas cooperativas, en lugar de propiedad compartida, esconden en realidad la imposición de condiciones de trabajo leoninas a las plantillas.

Así, en Le Porc Gourmet, otro de los mataderos de la zona, la mayor parte de los trabajadores están contratados como cooperativistas. En realidad, este régimen de contratación oculta una plantilla compuesta por falsos autónomos en su mayoría, con ingresos de apenas 800 euros por un duro trabajo que pocos se atreverían a realizar, y que sufren incluso un descuento por los materiales que utilizan para desempeñar su labor. Por supuestos ellos mismos deben pagarse la cuota de la Seguridad Social.

Además abundan las denuncias que hablan de la actividad de mafias que cobran a los inmigrantes por acceder a los puestos de trabajo.

El escándalo de los malos tratos a las plantillas y las acusaciones por racismo se unen a la sospecha de fraude fiscal levantada por la Agencia Tributaria el pasado mes de febrero, cuando, en el marco de la ‘Operación Presunto’, trescientos agentes registraron 73 empresas y sociedades del sector cárnico ubicadas en 15 comunidades autónomas en una operación que se suscitó debido a las elevadas cantidades en metálico manejadas por estas empresas, lo que suele ser indicativo de fraude fiscal, así como otros indicios como los escasos beneficios declarados por algunas empresas, muy por debajo de la media del sector.

Actuaciones “despreciables” para patronal y sindicatos

“Nos oponemos a la creación de falsas cooperativas de trabajo asociado al sector cárnico, por ser un fraude a la Seguridad Social y por tanto una ilegalidad”, afirman en un comunicado conjunto las asociaciones patronales y sindicales del sector.

Los agentes sociales salen también al paso de las acusaciones de racismo y reafirman su oposición a cualquier forma de explotación laboral, racismo y xenofobia. “Son intolerables social y laboralmente”, denuncian.

Las organizaciones empresariales y sindicales reclaman además a la Inspección de Trabajo que actúe y piden que se facilite la creación de un órgano conjunto que contribuya a “erradicar” este tipo de actuaciones “despreciables”.

Asimismo, las organizaciones reivindican el valor del convenio colectivo estatal de Industrias Cárnicas y subrayan que estudiarán medidas para “disuadir de utilizar fraudulentamente las cooperativas de trabajo asociado” y encontrar fórmulas para “desincentivas su uso irregular”.