El presidente de la primera caja de ahorros española, Isidre Fainé, ha dicho ante la asamblea general, máximo órgano de la entidad, que la reorganización del grupo de la estrella de Miró y su conversión en banco supone un “hito histórico” porque permitirá preservar su naturaleza jurídica, sus valores y modelo para “afrontar el futuro con mejores condiciones y potenciar la Obra Social”, ya que en este capítulo de “dividendo social” se mantiene para este año un presupuesto de 500 millones de euros. Por su parte, el director general de la entidad, Juan María Nin, ha destacado que CaixaBank permitirá potenciar la intensa actividad comercial que ya desarrolla La Caixa y ha insistido en que el nuevo banco nacerá “con unos excelentes niveles de solvencia, liquidez y calidad de activos”.

Fainé ha asegurado que la decisión de convertirse en banco, que se completará con la aprobación de la junta de accionistas de Criteria el próximo 12 de mayo, demuestra que en La Caixa “no queremos ser prisioneros de las circunstancias ni ir a remolque de los acontecimientos”. Lejos de verse obligados a esta transformación, Fainé ha enfatizado que ha sido la dirección de la propia entidad la que “ha elegido el camino del riesgo creativo, tomando decisiones que consolidan nuestra institución, mantienen nuestra autonomía y reafirman la esencia de nuestra manera de ser”. De esta forma, con Criteria convertida en el brazo inversor de La Caixa, aglutinando todo su negocio bancario a partir del próximo verano, previamente segregados del balance los activos inmobiliarios, la entidad se convierte en la primera caja española que emprende su reconversión en banco.

Los 160 miembros de la asamblea general ordinaria de La Caixa aprobaron este jueves la reorganización del grupo La Caixa, previa aprobación del consejo de administración de la antidad. Un cambio que supone ejercer la actividad financiera de manera indirecta a través de un banco. El plan es que La Caixa traspase su negocio bancario a Criteria CaixaCorp, holding que pasará a ser un grupo bancario y se denominará CaixaBank, y Criteria trasladará parte de sus participaciones industriales a una nueva entidad que dependerá de La Caixa. El próximo 12 de mayo, la junta general de accionistas de Criteria aprobará previsiblemente los planes, dada la mayoría que ostenta La Caixa en su accionariado. Criteria dejará así de ser un gestor de las acciones de las empresas participadas por La Caixa para convertirse en un banco heredero del negocio financiero de su principal accionista.

Isidro Fainé ha subrayado en su intervención ante la asamblea, que se ha prolongado hasta las 22 horas, el carácter “especialmente significativo de la fecha de hoy”, para afirmar que no exageraba al enfatizar el acontecimiento como un “hito trascendental”. Un hito que Fainé ha comparado con la asamblea fundacional de la entidad, celebrada hace más de 100 años, o con la que aprobó la fusión con Caixa de Barcelona, hace más de 20 años, y que supuso “nuestro salto definitivo para convertirnos de forma indiscutible como la primera entidad de ahorros de toda España”.

El presidente de la entidad también ha destacado en su discurso que con la reorganización aprobada, la entidad mantiene su modelo, “el modelo que precisamente nos hace distintos a todos los demás, el modelo basado en una estructura transparente y eficaz de gobierno corporativo, la actividad financiera, la actividad empresarial y la Obra Social”. Respecto a la creación de CaixaBank, Isidro Fainé ha explicado que tendrá la misma filosofía que La Caixa, ya que no sólo “permitirá mantener la marca y la vocación de servicio al cliente”, sino que dará “oportunidades a los empleados, acceso al mercado para alcanzar una capitalización adecuada y potenciación de la Obra Social”. Fainé también ha enumerado que los pilares fundamentales que preservan el modelo de La Caixa son: “los valores esenciales de la entidad; el sentido de la anticipación; el capitalismo social; el trabajo en equipo; y la ilusión”.

Por su parte, el director general de la entidad, Juan María Nin, ha dicho ante el máximo órgano de gobierno antes de que aprobara las cuentas del 2010, que La Caixa obtuvo el año pasado unos buenos resultados, pese al entorno económico adverso, “reforzando su liderazgo con un aumento de sus principales cuotas de mercado, gracias a la intensa actividad comercial llevada a cabo por la red de oficinas y los empleados de la entidad, consolidando sus fortalezas financieras”. Nin ha destacado que CaixaBank permitirá “potenciar esta actividad comercial” e insistió en que el nuevo banco nacerá “con unos excelentes niveles de solvencia, liquidez y calidad de activos”.

En relación al nuevo plan estratégico 2011-2014 del grupo La Caixa, Nin ha dicho que “reafirma la vocación de crecimiento, liderazgo y responsabilidad social de la entidad”, al establecer como objetivos “la consolidación del liderazgo de “la Caixa” en banca minorista en España, la diversificación del negocio, profundizar en la internacionalización, mantener el compromiso con el tejido empresarial y reafirmar el compromiso social”.

La asamblea ha aprobado las cuentas anuales y los informes de gestión del ejercicio 2010, tanto individuales como consolidados, así como la gestión del consejo de administración y la aplicación de resultados. También se ha ratificado la memoria y los estados financieros de la Obra Social del año pasado, así como el presupuesto de 2011, que asciende, nuevamente, a 500 millones de euros, pese a la coyuntura económica desfavorable. Durante 2010, la Obra Social centró sus principales esfuerzos en algunas de las cuestiones que según La Caixa más preocupan a los ciudadanos: la lucha contra la exclusión social, prestando una especial atención a la pobreza infantil; el fomento del empleo entre colectivos con dificultades; la atención integral a personas con enfermedades avanzadas; y la integración y participación social de las personas mayores y su envejecimiento activo.