La tercera edición del Anna de Codorniu Brunch Weekend cuenta con 35 restaurantes de Barcelona, 25 más que en el año anterior en el que 2.000 personas disfrutaron de este maridaje gastronómico. El evento, que empezó el 18 de junio y finalizará el 21 de agosto, consiste en que restaurantes como L’EGGS, Patrón, Ultramarinos, Chez Cocó, Alba Granados, Bouquet, Melià Sky, Ajoblanco, Shibui o Calle Santa Fe ofrezcan menús especiales acompañados del cava más emblemático de Codorníu.

Cada restaurante diseña su propio menú brunch, con platos en muchos casos inéditos que van desde la cocina más tradicional a la más vanguardista. El cliente puede elegir una miniburger de atún Bluefin, un gazpacho de cerezas y langostinos, un parmentier de pulpo con aire de pimentón de La Vera, un canelón de buey meloso con bechamel de puerros o un tartar de vieira con toques Nikkei, entre muchos otros. Los precios de los menús, con hasta 12 platos, oscilan entre los 24 euros y los 50 euros.

Menús firmados por chefs

Chefs del nivel de Paco Pérez de L’EGGS (5 estrellas Michelín); Jordi Gotor, jefe de cocina del Chez Cocó, o el peruano Niky Ramos de The Market Perú, firman estos platos del tercer encuentro gastronómico de Cordorníu. Todos los menús se están sirviendo con Anna de Codorníu Blanc de Blancs, un cava cuya versatilidad lo convierte en el maridaje ideal para la mayoría de platos de la variada cocina mediterránea.

El brunch es una tradición culinaria importada de los países anglosajones. Parece que su origen se sitúa en Reino Unido a finales del siglo XIX. Las clases altas daban fiesta a su servicio el domingo, y los sirvientes dejaban preparado un buffet para que los señores pudiesen desayunar o comer durante la mañana. Aquella tradición se ha convertido en tendencia: desayunos tardíos de fin de semana que se convierten en comidas y que se disfrutan con amigos o familia.