La Comisión Europea ha anunciado este miércoles su decisión de seguir adelante con su propuesta de directiva para igualar los salarios de los trabajadores desplazados a las condiciones de los locales, tras evaluar las reservas presentadas por once Estados miembros y que le obligó a aparcar la normativa el pasado mes de mayo.

Bruselas ha reiterado así su «firme compromiso con la libre circulación de las personas«, para lo que pide normas «claras y justas para todos», que también se respeten en la «práctica».

Frente a las dudas de los Estados miembros que activaron el mecanismo de ‘tarjeta amarilla’ y obligó a aparcar unos meses la propuesta para su revisión, Thyssen ha defendido hoy que «no hay razón» para retirar la iniciativa y ha avisado de que un mercado común no puede albergar «trabajadores de segunda».

También ha rechazado que su propuesta vaya «demasiado lejos» y ha reiterado que respeta plenamente las competencias nacionales, al tiempo que ha recalcado que se trata de una iniciativa que afecta al nivel salarial y no a otras cuestiones más complejas como las contribuciones de la seguridad social.

Sobre las normas que coordina los sistemas de seguridad social en la Unión Europea, la comisaria ha explicado que se mantienen las cotizaciones ligadas al país de origen en el caso de trabajadores desplazados, porque lo contrario sería «destruir» el mercado de libre prestación de servicios.

En cualquier caso, ha dicho, es un asunto que la Comisión examina y sobre el que prevé presentar ideas antes de que acabe el año.