«Estados Unidos, Estados Unidos», corean algunos de ellos, mientras otros agitan banderas nacionales. En Washington, la muchedumbre se agolpa contra la verja de la residencia presidencial.
La mayoría ha comenzado a salir a las calles cuando los medios de comunicación estadounidenses han adelantado la noticia. No obstante, la afluencia ha comenzado a ser masiva cuando el presidente, Barack Obama, ha confirmado la muerte de Bin Laden, en un discurso en directo desde la Casa Blanca.
La caída del terrorista de origen saudí se produce casi diez años después de que Al Qaeda atentara contra el World Trade Center de Nueva York, provocando la muerte de unas 3.000 personas.
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