El Barça hizo buena la victoria de la ida en el Bernabéu y le bastó con hilvanar su juego, volverlo a mostrarlo en el mejor escaparate posible y desquiciar a un Madrid que se llevó la Copa pero que ni en Liga, casi sentenciada, ni en esta semifinal ha podido hacer sombra al sol que mejor alumbra al fútbol, y eso que han intentado anularlo por todos los medios.

La primera parte sí que empezó con un Real Madrid con las líneas más estiradas que en anteriores ‘clásicos’, donde el cerrojo en forma de trivote diseñado por Mourinho anuló las armas ofensivas de su equipo. Pero salieron al ataque, a probar fortuna, y fruto de una buena presión lo cierto es que Ronaldo corrió más con el balón en tres jugadas que en casi todo el partido de ida.

Para contrarrestar, el arma preferida del Barça. En cuanto el Barça se hizo con el control del balón hizo lo propio con el partido. Se acabó la incertidumbre en el área de Valdés, que muy atento atajó los balones largos hacia su portería, y los arquitectos del Barça empezaron a hacer disfrutar a las más de 95.000 almas que se mojaron por su equipo.

La primera ocasión blaugrana fue floja, pero el peligro creció a la par de la intensidad de juego. Con los extremos Pedro y Villa bien abiertos, y Messi con plena libertad para crear, finalizar y cortar el juego rival a su antojo, la esencia de los de Guardiola afloró y homenajearon al fútbol con cinco minutos largos en los que tuvo el gol en varias ocasiones.

Casillas, que se gana la beatificación casi a diario, evitó que el Barça abriera la lata y cerrara prácticamente esta ‘clásica’ semifinal. Messi en tres ocasiones, Pedro y Villa pusieron a prueba al de Móstoles, que respondió tan bien como acostumbra. Sólo él pudo detener al Barça en su camino a Wembley en unos 45 minutos que fueron los de mejor fútbol en el global de los cuatro ‘clásicos’ de estos días, por lo menos en cuanto a ocasiones de Barça y actitud inicial del Madrid.

Ya en la reanudación, el Madrid volvió a dar un paso adelante. De hecho, ya con la jugada anulada, Higuaín batió a Valdés por entender De Bleeckere que en su caída Cristiano Ronaldo derribó a Mascherano. Fue una segunda parte más loca y en la que el Madrid estuvo más cómodo, aunque nunca sin apretar como se podía esperar.

Así, el Barça se propuso cerrar la eliminatoria y fue a por ello. Pocos minutos hicieron falta para que Pedro lo consiguiera, rematando con temple tras una brillante asistencia entre líneas del mago de Fuentealbilla.

El Camp Nou explotó, pero diez minutos después volvió a frenar la euforia cuando el Madrid decidió dar un poco de emoción a la contienda y tras un pérdida del Barça, de las pocas que regalan, llegó el gol del Real Madrid. Primero Di María, en una buena jugada individual, asustó a la parroquia blaugrana enviando el balón al palo y, en su propio rebote, asistió a Marcelo para que marcara a placer llegando desde atrás.

Pero se quedó así la reacción blanca, ya que el Barça volvió a marear al rival y a buscar la portería de Casillas.

No tuvo más ocasiones el Real Madrid, impotente, y el Barça se hizo con el partido, se aferró al billete para Wembley que tenía en su poder hasta que el pitido final del belga De Bleeckere se lo adjudicó de forma definitiva. La fiesta en el Camp Nou, espectacular y vibrante pese a la lluvia que cayó sobre Barcelona, se cerró cuando Abidal regresó a donde más le gusta estar.

El Barcelona disputará la séptima final de su historia

El conjunto culé, que ha conseguido alcanzar el último partido de la máxima competición continental por tercera vez en los últimos cinco años, ha conseguido levantar tres campeonatos en las seis finales que ha disputado, siendo la primera la de Berna (Suiza) en 1961.

El 31 de mayo, ante el Benfica, el cuadro azulgrana cayó por (3-2) a pesar de haberse adelantado en el marcador en el minuto 20 gracias a un tanto de Sándor Kocsis. El equipo luso remontó gracias a José Aguas, Ramallets en propia puerta y Mário Coluna, haciendo inútil el postrero gol de Zoltán Czibor.

La siguiente ocasión en la que el Barça se vio en la final de la Liga de Campeones tuvo que hacerse esperar más de 20 años (fue el 7 de mayo de 1986) y supuso uno de los episodios más tristes en la historia de la entidad. Ante el Steaua de Bucarest, en Sevilla, los rumanos apartaron del título a los blaugranas en los penaltis.

El 20 de mayo de1992, en Wembley -sede de la final de este año_ el ‘Dream Team’ de Johan Cruyff recogió los frutos después de todo lo que le ha dado al fútbol moderno y conquistó la primera ‘orejona’ para las vitrinas del club gracias a una falta convertida por Ronald Koeman en el minuto 111 de partido, que acabó con la resistencia de la Sampdoria.

Sólo dos años después, también con Guardiola como titular, el AC Milan de Fabio Capello destrozó al Barcelona con una goleada sonrojante (4-0) en Atenas gracias a los goles de Daniele Massaro, en dos ocasiones, Savicevic y Marcel Desailly.

12 temporadas después, en París, un 17 de mayo, el equipo entrenado por Frank Rijkaard llevó el segundo título a las vitrinas del Camp Nou después de remontar (2-1) ante el Arsenal el gol de cabeza de Sol Cambell. El portero alemán Jens Lehmann fue expulsado en el minuto 18 y el Barça sentenció en la segunda parte.

La salida del sueco Henrik Larsson fue clave para el Barcelona, que pudo darle la vuelta al marcador gracias a un gol de Samuel Eto’o y a otro de Juliano Belletti a once del final, después de que Víctor Valdés fuera providencial abortando las ocasiones de Thierry Henry, que se sacaría la espina tres años después con el equipo español.

En Roma, en la ciudad eterna, un equipo soberbio, sublime, de los mejores que ha dado la historia, redondeó un curso de matrícula de honor (2008/09) con la conquista de la Copa de Europa. Ante el vigente campeón, el Manchester United de Cristiano Ronaldo, el Barça de Messi logró el ‘triplete’ tras derrotar por (2-0) a los ‘diablos rojos’.

Guardiola, que ya ganó el trofeo como jugador, condujo a unos fantásticos futbolistas a la tercera ‘Champions’ del club, bagaje que intentará engrosar en Wembley, el próximo 28 de mayo, cuando dispute su séptima final ante el Schalke 04 o el Manchester United.