Laura Ponte, tuvo un tío político al que le fascinaban los puros. Solía degustar uno por las noches con su whisky, luego, una vez terminado lo apagaba en los rescoldos de alcohol. Sólo que Don Juan Carlos, era más de los habanos llamados «El Rey del Mundo». Lógicamente, más afínes con su cargo.

Supongo que tampoco despreciaba los que le enviaba Fidel Castro desde Cuba, otro gran aficionado a los cigarros habanos hasta que su médico de cabecera, le dijo «o los habanos o yo». Dejó de fumar. No es el caso de Laura, que sigue con su vicio, anoche lo pudo practicar a sus anchas. Igual que el guapo Velencoso o la atractiva Leonor Watling. Gracias al cigarrillo se le pone una voz más sensual para cantar, porque ella actua y canta. Como Vinila que ofreció un concierto, ella en acrílicos rojos como Marilyn y cabellera rubio platino. Faltó un Mr. Presidente al que cantar un cumpleaños feliz. Con ambiente de garito a media luz, sensual y con olor a puro y a perfume caro.

El Club Pasión Habanos organizó una fiesta para presentar el Cohiba Behike, la joya de la corona cubana. Es el habano más exclusivo del mundo. Elaborado con las hojas de tabaco llamadas «Medio tiempo» o Fortaleza 4, las dos superiores de la planta de tabaco, cuya generación natural es extremadamente escasa, lo que limita la producción anual de Behike.