Frente a los ataques cibernéticos, que según el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) aumentaron el 200% en 2015 en España (cada día 161.686 páginas web sufren este tipo de incidentes), Mnemo ofrece la «ciberinmunología, la generación de las defensas suficientes y apropiadas para prevenirlos, y evitar la infección, a modo de vacuna».
La empresa, «100% capital español y creada por profesionales de la ciberseguridad», como la describe su director general, Joaquín M. Polo, cuenta con una experiencia superior a los 15 años, oficinas en Madrid, México y Colombia, 670 empleados, proyectos en 11 países, una facturación de 35,5 millones de euros en 2015, el 14% más que el ejercicio precedente, y una lista de clientes en la que figuran BBVA (España y el mexicano Bancomer), el Ministerio de Justicia, Liberbank, Sanitas, FCC, el Fútbol Club Barcelona, Mercadona, y Enaire.
En su estrategia de «ir siempre un paso por delante», Mnemo ha inagurado en Madrid un Centro de Operaciones de Ciberseguridad (SOC), que permite realizar un seguimiento en tiempo real de estos ataques en todo el mundo.
Pero sobre todo ayuda a crear sistemas de defensa «adaptativos, evolutivos, inteligentes y estratégicos», explica Roberto Peña, director de Seguridad de Mnemo, porque «los ciberataques ya no son generalizados, ahora están mucho más dirigidos, y son mutables». «No estamos esperando al ataque, tenemos un enfoque proactivo de la ciberseguridad y creamos un sistema inmunológico para cada empresa«, subraya. «Es la nueva generación de la ciberseguridad», enfatiza.
El SOVC maneja 5 millones de indicadores que muestran ataques maliciosos, y que generan una informnación que se retroalimenta con sistemas de inteligencia. Identifica quién está dirigiendo los ordenadores ‘zombies’ utilizados en un ciberataque, y al empleado que está capturando datos sin autorización, entre otras labores. Combina la prevención, con la vigilancia de las capturas de datos, su uso fraudulento, y del mercado de compraventa de éstos, con la reacción inmediata a un ataque cibernético.
«Son máquinas que se defienden de otras máquinas. Aquí la intervención humana es bastante limitada», resalta el director de Seguridad de Mnemo.
Gracias al SOC (Mnemo tiene otros en México y en Colombia), las empresas y las instituciones que trabajan con esta firma pueden generar sus propias defensas personalizadas y adaptadas a una realidad cambiante y a las nuevas amenazas, «antes incluso de que se produzcan ataques reales».
«Los sistemas tradicionales de ciberseguridad son insuficientes. Para hacer frente a las nuevas y sofisticadas estrategias de ataque, es preciso crear infraestructuras similares a los organismos vivos que, lejos de infectarse con cada ataque, se vean fortalecidos por ellos, y les ayuden a hacerse más fuertes e inmunizarse», argumenta Peña.
«Los ciberdelincuentes invierten mucho dinero porque es una actividad muy rentable, y una empresa debe defenderse con un sistema propio de alerta activa», resalta Joaquín M. Polo. Además del SOC, Mnemo cuenta con un Equipo de Respuesta ante incidentes de Ciberseguridad, que reacciona en tiempo real, deshaciendo todas las manipulaciones.
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