Si a la falta de fuerzas que ya parece endémica en Wall Street le sumamos un buen dato del PIB que acerca las subidas de tipos, tenemos un coctel interesante. Pero si además le añadimos que el FBI asegura tener más pruebas contra Hillary Clinton en el caso de los mails enviados desde su correo privado, lo que tenemos es un desastre.

Bastante poco ha pasado en realidad para como estaban los ánimos. Ya estamos bastante acostumbrados a que las buenas noticias macro se tomen por el lado más retorcido. Bueno o malo en estos tiempos no es un valor en sí mismo. Ser bueno es que no añada presión para las subidas de tipos. Ser malo es que sí la añada. Y el PIB de hoy, muy bueno, ha sido considerado malo.

Lógicamente, la cosa se ponía sesgada hacia la baja. No nos sorprende demasiado después de lo que hemos vivido en los útimos días.

Pero si algo aterroriza a Wall Street es la perspectiva de que Donald Trump pueda convertirse en el próximo presidente de los Estados Unidos. Están las cosas más apretadas de lo que parece y que el FBI siga reuniendo pruebas contra Hillary Clinton no hace ganar popularidad a la candidata demócrata.

Pues exactamente eso es lo que se ha conocido hoy. El FBI, al parecer, dispone de otra remesa importante de correos enviados por Hillary Clinton desde una dirección de correo privado. Lo que faltaba era dejar fuera de juego a Hillary Clinton. Eso el mercado se lo toma mal. Y mal se lo ha tomado:

En este gráfico vemos al S&P500 llgando a gterritorios complicados como el soporte que tenía más a mano al comienzo de la sesión de hoy. Lo bueno es que parece haber recuperado desde esos niveles y lo malo que cada vez está cerrando más cerca del soporte.

Eso es lo que importa ahora: la capacidad de contención de ese soporte. Porque si nos tenemos que encomendar a los mercados o a los índices, apañados estamos.

Al cierre, el Dow Jones perdió un 0,05%, el S&P 500 un 0,31%, el Nasdaq 100 un 0,64%, el Nasdaq Composite un 0,50%, el Nyse Composite un 0,25% y el Russell 2000 un 0,20%.