Comisiones Obreras (CCOO) ha criticado hoy la separación de industria y energía en dos ministerios llevada a cabo por Mariano Rajoy en la composición de su nuevo Gobierno. Para el sindicato, Rajoy ha decidido disgregar políticas que requieren de “una especial coordinación”. Y lo hace a pesar de la “urgencia” del país por acometer una nueva política industrial que acorte la brecha entre España y las economías más desarrolladas.

Las críticas del sindicato llegan al tiempo que los nuevos ministros tomaban posesión de sus cargos este viernes por la mañana. A partir de ahora, Luis de Guindos, como titular de Economía, asume las competencias de industria en un ministerio bautizado como ministerio de Economía, Industria y Competitividad.

Por su parte, Álvaro Nadal, “uno de los artífices de los desmanes económicos del Gobierno anterior” como titular de la Oficina Económica de Moncloa, critica el sindicato, toma las riendas del nuevo ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital.

La rama de industria del sindicato critica además el nombramiento de Dolores de Cospedal al frente del ministerio de Defensa, un ministerio que, según la central, requiere de un “cambio profundo” puesto que es donde se realizan los principales desarrollos tecnológicos que “luego se incorporan a la economía y a la sociedad”, sostienen.

CCOO critica además la continuidad de Isabel García Tejerina al frente del ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, un departamento que necesita de “un especial impulso y atención”, afirman.

Cambio de política industrial

El sindicato urge además al Gobierno a resolver los “déficits” en materia de política industrial que, afirman, “Gobierno tras Gobierno se siguen sin atender”.

Asimismo, la central destaca la importancia de gestionar de forma “coordinada” las políticas relacionadas con la industria para lograr crecimiento económico y desarrollo.

En detalle sugieren la necesidad de implantar un modelo energético “eficaz y estable” que permita garantizar el suministro a precios competitivos, y una política de infraestructuras físicas y tecnológicas que mejore la eficiencia, la competitividad y la sostenibilidad de la economía.

A su vez, reclaman una política agropecuaria que incorpore el “enfoque territorial” y derive recursos a las zonas más deprimidas, generando empleo; así como una política educativa que atienda a las necesidades de cualificación que requieren los empleos del futuro, junto a una política exterior que promueve la internacionalización de las actividades productivas.