Reflexiones en campaña

12/05/2011

diarioabierto.es.

Acaso pueda parecer un acceso de enajenación transitoria pero, en contra de la pulsión mayoritaria, uno cree que las campañas electorales son cortas. Lejos de decirlo por sadismo hacia el prójimo no hay otra intención que prolongar en el tiempo ese efecto placebo que comporta tener durante unos días a los políticos a tiro como muñecos de feria. De ese modo se pontifica sobre lo mal que hacen los debates y, por supuesto, lo bien que lo haríamos nosotros, sobre sus propuestas descabelladas, en contraposición a nuestra consustancial sensatez, y sobre esa tendencia altamente reprochable que tienen a pedir el voto. Por lo visto sólo buscan eso los muy bellacos, que diría ZP, como si el director de un periódico no quisiera vender cuantos más ejemplares mejor o el frutero montara su negocio para regalar las mandarinas.

En estos tiempos en los que arrecia el ‘todos son iguales’ no se trata de romper una lanza a favor de nadie. Simplemente convenir que la tradición de las doce uvas de la Nochevieja ya sólo es comparable a aquella de exigir mucho a quienes mandan mientras, en contraprestación, poco o nada nos exigimos a nosotros mismos. Nos duele el paro cuando nos afecta, pero cuando, por mísero que sea, nos dan un empleo cuesta más salir a la calle a exigir un puesto de trabajo para el vecino. Nos ponen más difícil las pensiones, pero las quejas rara vez traspasan las fronteras de las tabernas o los mercados. Nos abomina el machismo asesino pero nos acongoja denunciar al energúmeno.

No estaría de más sentarse a sopesar si en el reparto de culpas tiene más quien ordena o quien consiente. O si ser ciudadano es tan fácil como estar censado pero tan complejo como para delegar todo en aquellos que, en su mayoría, encima tenemos por incompetentes o trincones.  De unos y de otros hay. Como hay gente honesta y trabajadora. Como hay derechos y deberes para todos. Derecho a reclamar a quines rigen la sociedad pero también el deber de intentar mejorarla. Nunca es tarde para plantearse, aunque sea desde el sofá, por qué no nos convencen para darles nuestro voto y qué propuestas haríamos nosotros para que ellos nos dieran el suyo. Y por encima de todo, y lo más importante, un abrazo solidario a las gentes de Lorca.

¿Te ha parecido interesante?

(+8 puntos, 8 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.