Si parecía que destinar el 100% de los beneficios a remunerar a los accionistas ya era un atractivo suficiente para los inversores, Endesa ha anunciado una mejora de la retribución para los años 2016-20119 que surge de mantener el citado pay-out y de un aumento de la previsión de beneficios. En este contexto, la eléctrica pagará, según ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), 1,32 euros por acción en 2016 (un 17% más que la previsión anterior), entre 1.32 euros y 1,37 euros en 2017 (frente los 1,13 previstos), 1,42 euros en 2018 y 1,57 euros en 2019. El crecimiento agregado será del 19%.

Este aumento gradual de los dividendos quiere ser materializado junto con una política de inversiones para mantener el liderazgo en electricidad en el mercado español y para crecer en Portugal. Y también para consolidar el segundo puesto en gas en España y crecer en ese área en Portugal. Y, en principio, estos dos objetivos son compatibles por la capacidad de la compañía para generar caja. La eléctrica ha destacado que ha superado los objetivos financieros de 2014-2016.

La revisión de la estrategia que Enel, primer accionista de Endesa con el 70% del capital, implica además inversiones centradas en la mejora de la eficiencia energética y un mayor posicionamiento en renovables. Invertirá del orden de los 9.400 millones a 11.000 millones de euros en tecnologías limpias. La compañía quiere ser líder en la transformación energética.