Hasta el MIB italiano, que llegó a caer más de un 2% en la apertura del mercado ha terminado la sesión sacando pecho, con pérdidas mínimas con las que se recuperó del ataque sufrido por sus valores bancarios hasta pasada media sesión.

No hay más que ver los gráficos del Ibex y el Eurostoxx para hacerse una idea de la potencia de la recuperación desde los mínimos del día, producidos en la apertura:

Pero, como casi siempre, hay que estar muy pendiente de los detalles porque son muy importantes.

El primer detalle es que el mercado no recibió bien el triunfo del no en Italia. Durante la noche, los futuros del MiniSP cayeron un 0,3% aproximadamente y las bolsas asiáticas cerraron en rojo.

Pero esta impresión cambió diametralmente a las ocho de la mañana, con la entrada en acción del futuro sobre el Dax alemán. Ahí ya se vió cómo las cosas iban de templar gaitas y se empezó a mascar una jornada como la del día de la victoria de Trump.

A estas horas, muchos inversores prudentes que colocaron su stop loss en lugares adecuados para evitar pérdidas monstruosas si perdía Renzi y el referendum y los mercados se desplomaban deben estar frotándose los ojos. O con un cabreo de mono…

La jugada ha sido de libro. En la apertura de los mercados se ha producido una barrida de stops absolutamente descomunal. El hueco dejado a la baja habrá hecho saltar stops en lugares mucho más bajos de donde estaban, pero eso son las reglas del mercado (y de ellas se aprovechan los de siempre).

¿Quienes compraban para hacer la contraparte de esos stops que saltaban apenas unos segundos después de abrirse el mercado? Ya lo sabe. No éramos ni usted ni yo. Eran ellos. Y una vez cargado el zurrón, ¡¡a volar!!

Claro que para eso de volar había que buscar excusas y en eso sí que son unos auténticos especialistas. Los mismos que el viernes hablaban de hecatombe muncial si triunfaba el no, hoy decían que «Italia lleva muchos años manejándose admirablemente en un clima de inestabilidad política peor incluso que el que deja Renzi con su dimisión».

Por supuesto, estos comentarios eran apostillados con la consabida apuesta por la continuidad: «habrá otro gobierno de tecnócratas y las elecciones no llegarán hasta 2018». Y se han quedado tan tranquilos, sabedores de que al ver el movimiento se han subido al carro como han podido todos los que estaban atentos a la jugada y es,o ha propocionado más combustible a las subidas.

Tan asumido está eso de las excusas que el propio ministro alemán de Economía, Wolfgang Schauble ha sido el encargado de oficializar que no hay preocupación por la inestabilidad política que se abre en Italia y a primera hora de la mañana ha pronunciado ya eso de que «están acostumbrados en Italia a la inestabilidad. No son unos recièn llegados a este escenario, así que no pasa nada».

Para colmo, en Wall Street siguen a lo suyo. Les importa poco todo lo demás. Han hecho suyo el lema de Trump y los mercados americanos van con el «América primero» grabado en la frente.

Ya ni temen a la subida de tipos cantada para dentro de unos días. Están como locos porque empiecen a sustanciarse algunas de las cosas que Trump ha enumerado en su campaña. No quiero pensar que algunas de ellas no lleguen a ponerse sobre la mesa…

Al cierre, el Dax avanzo un 1,63%, el Ibex un 0,67%, el CAC un 1,00% y el Eurostoxx un 1,25%.