Carpe diem. Disfruta el momento. Lema que debería ser primordial en la vida de cualquier persona. Precisamente porque cada momento es único. Cada época del año tiene su propio encanto. Todas regalan instantes que permiten al ser humano disfrutar de su belleza. Sin embargo, hay gente que en ciertos periodos no sabe cómo aprovechar el tiempo brindado. Ejemplo que viene al dedillo en este caso son las vacaciones. Muchas veces el quid de la cuestión se encuentra en qué hacer con tanto tiempo libre. Viajes a punta cana, visitas turísticas y culturales, montaña o playa equivalen a opciones que toman muchas personas que pretenden aliviar las tensiones generadas por la rutina. En este caso, no podemos olvidarnos del ámbito favorito para muchos: el deporte.

Y es que, sobre todo en la época veraniega, una gran cantidad de personas deciden no descuidar su cuerpo, apostando, así, por la práctica deportiva. Aunque no sea en el entorno acostumbrado. Es aquí donde entra en escena el denominado turismo activo o deportivo.

Actualmente, son muchas las veces que se combina turismo y deporte. De hecho, el sector turístico se ha convertido en uno de los atractivos más importantes, puesto que se trata de un mercado que se encuentra en expansión y aporta buenos beneficios económicos tanto a nivel local y autonómico como nacional. Cada vez son más los turistas que quieren realizar unas vacaciones con un carácter activo y dinámico.

Se trata de un tipo de oferta turística que se desarrolla en el medio natural, buscando el alojamiento en hoteles rurales ubicados en espacios naturales, y que da la posibilidad de llevar a cabo la actividad física en este ámbito. El montañismo, la escalada, el descenso de barrancos y de ríos, el senderismo, la orientación en la naturaleza son algunas de las actividades que se pueden realizar, de forma respetuosa, en el medio natural. Éstas pueden complementarse con otras que permitan conocer el patrimonio cultural y social del lugar pertinente.

Por consiguiente, se produce una unificación entre el turismo deportivo y el rural en el que ambos se benefician mutuamente. En esta línea, cabe destacar que se trata de uno los sectores con mayor progresión en la industria turística. Cada temporada registra alrededor de 600 millones de euros.

Según corroboró una encuesta en la que participaron 2.375 personas publicada por el diario El Mundo el pasado 2015, en relación a la actividad de las familias españolas en época de vacaciones, el 53% practica deporte durante este periodo. Datos que demuestran que más de la mitad de la población española apuesta por la actividad física.

Este mismo estudio asegura que los deportes favoritos para practicar en familia durante el verano son la bicicleta (65,1%), el senderismo (54,4%), el patinaje (21,5%), los deportes de raqueta (20,7%), el snorkel (13,8%) y los deportes de agua en piragua o kayak (13,6%).

El papel de los padres a la hora de concienciar sobre la necesidad de tener unos hábitos saludables dentro de la familia es cada vez mayor. El número de aquellas que deciden poner medidas contra el sedentarismo ha crecido ligeramente (de 45,2% a 53,5% el pasado año). Una postura esencial que debería darse en todo y cada uno de los hogares. Si el deporte es vida, por algo será.