Los atributos de Leire Pajín

16/05/2011

diarioabierto.es.

La condición humana tiene tendencia a opinar sin conocer, a criticar antes de analizar, a despedazar sin ton ni son y a polemizar por placer. Ya decía Hobbes que la esencia de nuestra naturaleza es vivir en una guerra permanente de todos contra todos. Rousseau pecó de ingenuo afirmando que en un estado natural daríamos lo mejor de nosotros mismos, siendo la civilización la que nos corrompe y las instituciones las que nos envilecen. Pero ese es otro debate…

Volvamos a la cruda realidad, esa en la que al gran Zapatero, en uno de sus múltiples arranques de sensatez y sentido común, se le ocurrió la magnífica idea de hacer ministra a Pajín -no sé si fue más asombroso ese nombramiento o el de Bibiana-. Pasaré por alto las “malignas” comparaciones entre los currículum de nuestra Ministra de Sanidad con sus colegas europeos -hay que ver la mala leche nos gastamos los españoles con esos símiles tan odiosos-, así que me centraré con objetividad en los méritos que posee la señorita Leire para ostentar un Ministerio, evitando el porfiar por gusto y el frívolo perjuicio.

¿Dónde quedó el análisis de una correcta designación basada en el estudio de las atribuciones propias de los candidatos para cada puesto? Estudios probados y comprobados -en décadas y países diversos-  demuestran que la ciudadanía desea las siguientes atribuciones en sus gobernantes:

-La credibilidad: incluye la capacidad del político, su fiabilidad y funcionalidad. La capacidad hace referencia a la cualificación, experiencia, habilidad e inteligencia (en definitiva, personas que puedan ejercer una exitosa trayectoria profesional fuera de la vida pública). La fiabilidad a la honradez, la mesura, el respeto al adversario y la anteposición del interés general por encima del personal o el partidista. La funcionalidad a la actividad, iniciativa,  dinamismo, energía, astucia y al cumplimiento escrupuloso de las promesas electorales.

Estaríamos ante un cargo público muy bien valorado el que fuese poseedor de todas las atribuciones arriba señaladas. Pero esto es solo el principio porque hay más.

-El atractivo. Desde luego no se refiere a un Brad Pitt y señora luciendo palmito por la política patria -que no estaría mal, a nadie le amarga un dulce- sino a un político persuasivo, que desprenda magnetismo personal, un personaje con el que el ciudadano se sienta identificado. Y es que en la política -como en la vida- nos atrae más aquel con el que nos identificamos en ideología, valores, educación, intereses, modales, forma de expresarse…

Si alguien supera esta segunda criba estaremos ante un gran político, de los que crean escuela y permanece en la memoria colectiva. Pero aún nos queda la última atribución:

-El poder democrático que otorga capacidad para proponer, para cambiar y hacer cambiar las cosas. Lo deseable es saber mostrar al ciudadano autoridad y que esa autoridad parezca que tiene que ver con los intereses generales.

Si un candidato es poseedor de credibilidad, atractivo y poder democrático ganará elecciones que a fin de cuentas es el objetivo final de tanta batalla. El problema radica en que las elecciones se ganan por votación popular pero el Consejo de Ministros es elección personal del Presidente de turno. De ahí que la aceptación de los elegidos siempre sea discutida y la identificación del electorado con el Ejecutivo sea manifiestamente mejorable.

Pero dejemos a un lado las fobias o antipatías personales que Leire acumula por doquier, y hagamos el esfuerzo de valorarla a ella -y por extensión al resto de Ministros y cargos electos contemporáneos- juzgando su conocimiento en la materia, experiencia previa, capacidad de dirección, liderazgo, eficacia en la gestión, magnetismo personal, capacidad de generar ideas oportunas o predisposición para mejorar las cosas. Es entonces, cuando los españoles nos tenemos que echar unas carcajadas -por no ponernos a patalear de rabia e impotencia- por los piltrafas que salvo contadas excepciones, ocupan el noble puesto de Ministro de España.

Twitter: @CarmelaDf

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6 pensamientos en “Los atributos de Leire Pajín

  1. Pues ahí la tienes, sin ninguna atribución que le haga merecedora de ese puestazo y calzandose 18.000 € al mes. Mientras millones de jovenes más cualificados que ella en todo en el paro y en la desesperación. Vaya país…

  2. Muy acertados su comentario y crítica.La Excma. Sra. Leire Pajín no es paradigma para los jóvenes españoles.Usted,valiente e inteligente, como lo demuestra por sus artículos:¿A quién propondría como modelo para los jóvenes actuales?.

  3. Es una vergüenza que esta mujer represente a los ciudadanos de España. Bueno ella y como bien dices la mayoráa de ministros y cargos actuales. Dan ganas de emigrar. ¡Qué bochorno!

  4. Gracias Carmela, antes tenía motivos para poner a Pajín a parir porque me daba yuyu, pero ahora ya tengo un chorro de motivos con argumento para ponerla a caldo. Pero una cosa ¿cuantos de los actuales aprobarían el examen de los atributos necesarios que nos has contado? Ni uno!

  5. Podría quedarse como anécdota que esta señorita a la que yo no contrataría ni como becaria sea ministra sino fuese porque nos despretigia a todos los españoles. ¡Nunca más!

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