El Nasdaq arruinó la sesión bursátil en Wall Street. Las tecnológicas emprendieron el camino del desastre (quién sabe si tendrá retorno este camino) y ganaron el pulso al resto del mercado, que trató en vano de subir mientras el Nasdaq bajaba y bajaba. Y conste que en esta caida no ha tenido nada que ver que el Nasdaq haya retirado la oferta por el Nyse.

¿Por qué bajaba el Nasdaq? En líneas generales porque los resultados de muchas de las principales empresas tecnológicas han sido decepcionantes, lo que ha llevado a los inversores a cerrar posiciones en todo lo que huela a tecnología, especialmente informática, a la espera de tiempos mejores. No sólo se han deshecho de las acciones que han presentado resultados, sino que se van deshaciendo de todo, incluso de las vacas sagradas del tipo Apple o Google.

El problema añadido es que el resto del mercado no ha encontrado dónde apoyarse para intentar el estirón. Las noticias que fueron llegando sobre Strauss-Kahn iban dejando claro que el Fondo Monetario Internacional va a necesitar un nuevo jefe y que se adivina batalla. Mientras Europa quiere poner a otro de los suyos, en Estados Unidos no están por la labor. No fue esto lo peor. También seguimos sin noticias de avances en la negociación del techo de deuda y hoy era el «Día D» en el que el Tesoro llegaría a la cifra mágica a partir de la cual tiene vedado emitir más bonos.

Pero todo esto hubiera quedado en nada si algún resultado de algún peso pesado hubiera dejado satisfecho al mercado. Se esperaban con cierta impaciencia los del minorista Lowe’s, pero no es que decepcionara al mercado, es que seguramente no se creen ni ellos lo mal que les ha ido. Para colmo de males, la gasolina tuvo otro día épico de caída y de nuevo se ha trasladado a las petroleras el nerviosismo. ¿Hay quien dé más?

Sin embargo, no todo es malo. Casi mil valores subieron el el NYSE, lo que supone una relación de 2 a 1 para los bajistas, mucho más llevadera que el 4 a 1 que se dió en el Nasdaq. Destacan especialmente las aerolíneas, a las que la rebaja en la factura de combustible de cara a la temporada de verano parece suponer un estímulo apreciable. Probablemente es el único sector a salvar globalmente en la jornada de hoy.

En fin, una sesión para olvidar en la que la caida del Nasdaq Composite, que perdió un 1,63%, arrastró al S&P 500 a cerrar con un descenso del 0,62% y al Dow a dejarse un 0,38%. A los mercados americanos les queda poco fuelle y, sobre todo, poco crédito. Pero ya no depende sólamente de cuestiones técnicas. Hay mucha marejada de fondo interesada en el recorte y en meter miedo al personal.