La existencia de una entidad como CaixaBank “ha sido una bendición” por su decidida apuesta social, según han subrayado en la presentación de resultados su presidente, Jordi Gual, y el consejero delegado, Gonzalo Gortázar.

Las cláusulas suelo ha acaparado este jueves la atención mediática en la presentación de resultados de CaixaBank, sin que apareciera el denominado proceso independentista, que se dejó para los pasillos. La entidad ha dedicado 130 personas desde este lunes a analizar toda la “casuística” de las cláusulas suelo de sus clientes, pero descarta que el banco vaya a acometer una devolución masiva, como ya han anunciado otras entidades.

El consejero delegado de CaixaBank anunció que estiman que tendrán que devolver el 50% de las cláusulas suelo, siempre que se compruebe que ha habido situaciones de abuso por falta de transparencia”. Una circunstancia que prevé solo costará a la entidad 625 millones de euros, la mitad del impacto total de 1.250 millones de todas las cláusulas suelo.

Desde este lunes, la red de oficinas de CaixaBank en toda España recoge las reclamaciones de sus clientes que entienden que pueden haber pagado intereses que no les correspondían. Unas solicitudes cuyo análisis se ha centralizado en un equipo de profesionales. Cortázar ha querido puntualizar que CaixaBank retiró las cláusulas suelo a sus clientes en 2015 así que un impacto importante ya ha sido asumido. Un experto independiente ha ayudado a la entidad a hacer la provisión sobre el impacto de las cláusulas en el balance del banco.

Gortázar ha recordado que CaixaBank no tenía como práctica habitual incluir cláusulas suelo, pero las incorporó por las entidades adquiridas y absorbidas, con múltiples casuísticas, y que en 2015 las eliminó de manera voluntaria, «lo que tuvo un impacto importante en la cuenta de resultados». El consejero delegado ha puntualizado que ya han informado a todos los clientes sobre la posibilidad de reclamar y que utilizarán el procedimiento extrajudicial aprobado por el Gobierno central para «dar una solución sencilla y satisfactoria» a los afectados, con devolución en metálico e incluyendo intereses.

Respecto a la reforma de la ley hipotecaria emprendida pro el Gobierno, el presidente de CaixaBank, Jordi Gual, ha dado la «bienvenida a cualquier proceso de reforma legal si aporta mayor claridad y seguridad jurídica» en un mercado que ha visto esencial que preserve su estabilidad a futuro.

La crisis ha costado 4.500 millones

La actitud de CaixaBanf frente a la crisis “nos ha costado 4.500 millones de euros”, ha explicado este jueves Gonzalo Gortazar en la presentación de los resultados de la entidad. Unas pérdidas que obedecen a su compromiso social y que se distribuyen de la sigueinte manera: 3.000 millones para provisiones, de los que casi mil se utilizaron para compensar las preferentes de la absorbida Banca Cívica. En la relación de “buenas prácticas” subrayadas por la cúpula de CaixaBank, también han destacado que han hecho más de medio millón de renegociaciones financieras a clientes, principalmente hipotecarias, que han admitido más de 22.000 daciones en pago de viviendas, en las que dos terceras partes las familias se han quedado en su casa, incluso con alquiler subvencionado. El suma y sigue de la acción social continúa en el dato de que tienen más de 33.000 viviendas en alquiler social, y han aportado 3.000 al fondo creado, “más que nadie”; además de participar en la reestructuración del sistema finaniero español, absorbiendo otras entidades. Y todo esto lo han hecho manteniendo el dividendo a los accionistas, creciendo y con aportaciones anuales de 500 millones de euros a la Obra Social de La Caixa. En conclusión, “ha sido una bendición que exista una entidad como la nuestra” en la travesía de la crisis.