Después del eco mediático y su repercusión en la campaña electoral, las movilizaciones del “15-M” ha provocado ya la primera reacción importante del Gobierno. Aunque sin referirse a ellas, el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, anunció  que el mes que viene comenzaran una serie de negociaciones con los representantes sindicales y empresariales para facilitar la contratación de los jóvenes.

Tras señalar que las instituciones tienen que ser capaces de escuchar a los jóvenes, Valeriano Gómez dijo el diálogo social debe centrarse en medidas que afecten a la formación, las prácticas y el tiempo parcial para impulsar la creación de empleo juvenil. El anuncio se produce tres meses y medio después de la firma del Acuerdo Social Económico (ASE) y cuando se han intensificado estos días las movilizaciones en la calle.

Precisamente estas movilizaciones se han realizado al margen de las grandes centrales sindicales. Como dato, el martes hubo en la asamblea convocada mediante las redes sociales tantos concentrados en la Puerta del Sol como miembros de piquetes de UGT y CCOO en los momentos previos a la huelga general del 29 de septiembre de 2010.

Sobran razones

Y también ha sido este miércoles cuando Comisiones Obreras se ha convertido en la primera gran organización social en expresar su apoyo a estas movilizaciones. A su juicio “sobran razones” para esta movilización social y ve un “síntoma de higiene democrática” que los ciudadanos salgan a la calle para expresar su malestar.

En un comunicado, el sindicato asegura que esa actitud de los ciudadanos “demuestra que la sociedad no está dormida y que no se resigna ante tanta adversidad”. “Vemos, por tanto, con simpatía las movilizaciones que se están llevando a cabo”.

Para Comisiones Obreras “ver la impunidad de la que gozan los responsables de la crisis, como éstos se han erigido en los inspiradores de las políticas que los gobiernos aplican servilmente, y como unos pocos se siguen enriqueciendo cuando aumentan las dificultades económicas de la mayoría y las bolsas de pobreza, generan suficientes motivos de malestar e indignación”.

“Cuando ante la crisis las elites se rebelan para imponer soluciones a la medida de sus intereses –añade- es indispensable que se rebelen los ciudadanos, para garantizar que la política esté al servicio de la mayoría”.

Complicaciones

A partir de ahora, sin embargo, la situación se va a complicar desde el punto de vista del orden público ya que la Junta Electoral de Madrid ha prohibido la concentración convocada para las 20 horas de este miércoles por considerar que puede afectar a la campaña electoral. Ello puede obligar a los convocantes a no realizar la movilización o a la policía a impedirla.