Barcelona, favorita para ser la capital de las nuevas tecnologías móviles frente a París, Múnich y Milán

19/05/2011

Joan Carles Valero. Superados los abusos en los precios de los hoteleros, los colapsos circulatorios en el área de Montjuïc y la acción de los carteristas, Barcelona se alza favorita para que el mes que viene sea proclamada capital mundial de las nuevas tecnologías de movilidad hasta el año 2017.

Su benigno clima en el mes de febrero, la decidida apuesta gubernamental y de las principales empresas e instituciones españolas y la experiencia cosechada durante los seis años en los que ha organizado el Mobile World Congress (MWC), son las armas que la capital catalana esgrime para derrotar a París, Múnich y Milán en esta Champions League en la que el premio supone acoger la feria más codiciada del planeta, al tratarse de una de las industrias con más desarrollo futuro.

Tras haber descartado a Colonia y Amsterdam, fuentes próximas a la GSMA Association, organización que representa los intereses de la industria de las telecomunicaciones móviles, con presencia en 219 países y que integra a 800 operadoras móviles y 200 empresas relacionadas con el sector, han indicado que la oferta española es una firme candidata por “su elevada implicación” más allá de organizar un congreso anual. Una implicación que cuenta con un presupuesto público de 15 millones de euros que podría elevarse hasta los 20 millones.

En juego no sólo están los casi 250 millones de euros de impacto directo que supone el congreso en la ciudad, sino un negocio inducido para las empresas del sector en España que alcanza los 6.000 millones de euros, según fuentes de la Generalitat, además de convertir la capital catalana en la referencia global del desarrollo de las nuevas tecnologías. En el balance final del último MWC, el consejero delegado de la GSMA, John Hoffman, calificó la edición de «extraordinaria», dejando un buen sabor de boca para que los organizadores apuesten el mes que viene por su continuidad en España.

Barcelona, que sólo tiene asegurada la edición del próximo año, ofrece al GSMA una sede permanente, un museo, zonas comerciales y un festival cultural, además de jornadas y debates durante todo el año. A favor de la candidata española, que ofrece un recinto ferial en el corazón mismo de la ciudad, también cuenta el apoyo, entre otras multinacionales, de Telefónica, que cedería su tienda en la céntrica plaza de Cataluña para albergar un foro ciudadano de acceso a las nuevas tecnologías; así como de instituciones de proyección internacional como el F.C. Barcelona.

En contra de la candidatura de Barcelona pesan las buenas conexiones internacionales de sus rivales, ya que los participantes procedentes de orígenes transoceánicos tienen que realizar escalas para llegar a la capital catalana, mientras que París y Múnich gozan de vuelos directos. En este caso de conectividad global, Milán se sitúa al mismo nivel que Barcelona, pero pierde en cuanto a clima, ya que en la ciudad española es más benigno que en el norte de Italia durante el mes de febrero, cuando visitan el MWC unas 60.000 personas, en su mayoría directivos de la industria de la telefonía móvil.

Múnich también cuenta entre sus bazas con el recinto ferial más moderno y ser la oferta económica más pujante, al contar con el apoyo de dos multinacionales que tienen sedes europeas: la japonesa Sony y la sueca Ericsson. Por su parte, París también juega sus bazas políticas, ya que aspira a recuperar una feria que hasta hace seis años se celebraba en Cannes. La capital francesa es, además, uno de los principales destinos turísticos del mundo, muy atractivo para los presidentes y altos directivos de las compañías americanas y asiáticas del sector de las telecomunicaciones.

En contra de Barcelona también se esgrimen las dificultades que su Ayuntamiento pone para el desarrollo de las redes de telefonía móvil. La gran afluencia de asistentes al congreso pone a prueba, año tras año, la capacidad de las redes de telecomunicaciones de Barcelona, que se ven al borde del colapso en los accesos a Internet WiFi y conexiones 3G, pese a los esfuerzos de las operadoras por reforzar sus infraestructuras durante la semana de duración del MWC. Entre las operadoras se critica la contradicción existente entre querer ser capital de la telefonía móvil y unas ordenanzas municipales que todavía impiden la instalación de nuevas antenas.

Una delegación española defendió en Londres la candidatura de Barcelona como capital y sede permanente del sector global de las comunicaciones móviles, con la ubicación de un centro tecnológico puntero y la organización de un festival cultural. El proyecto, liderado por Fira de Barcelona, está respaldado por el Ministerio de Industria, la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona, la Cámara de Comercio y el consorcio turístico de la capital catalana, además de contar con los avales del Rey de España y del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que han dirigido sendas cartas al GSM Association.

El congreso MWC es uno de los más visitados por profesionales de la industria y se espera que en la edición de 2012, que tendrá lugar en Barcelona entre el 13 y el 19 de febrero, acudan más de 60.000 visitantes. La organización firmó hasta el año que viene con Barcelona, ciudad donde se celebra el MWC desde el año 2006, procedente de Cannes (Francia). El presidente de Fira, Josep Lluis Bonet, resalta que Barcelona cuenta a su favor con el hecho de que los años que ha acogido el MWC ha sido un éxito. Bonet asegura haber presentado «una buena candidatura» y enfatiza que la capital catalana, que ha mantenido con éxito en los dos últimos años todos sus salones, a pesar de la crisis, ha conseguido que este año también se celebre la Itma, la feria más importante del mundo en tecnología de maquinaria textil.

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