Philip Tracey, el sombrerero que creó la cornamenta sombrero de Beatriz, hija del duque de York, en la última Royal Weeding inglesa, fue homenajeado en Sevilla por Reyes Hollín en la Casa Palacio Bailén de Pepa Ybarra. La sevillana quiso celebrarle los diez años que lleva vendiendo sombreros en España y concretamente en su tienda.

Durante el ágape, al diseñador inglés le llamó la atención el abanico negro de Inmaculada Puchal, ella, como le vio tan interesado, le enseñó a usarlo y a abanicarse. Acabó regalándoselo, no tengo constancia si él hizo lo mismo con uno de sus sombreros. María José de Santiago le cantó acompañada al piano  «Si tú me dices ven «.  Según se iba animando la velada, comenzaron los compadreos y alguien, sin decir quién, le comentó si esta visita fugaz a Sevilla le serviría de inspiración para una colección, a lo que Tracey respondió; «Of course » y se llamará Seville collection.

Ya metidos en harina, era imposible no comentarle el horror que le colocó en la cabeza a esa hija de Sara Ferguson, porque digo yo que, una cornamenta no es la alusión más apropiada en una boda, al menos en España. Claro que los ingleses van por libre, ellos conducen al revés, tienen su propio humor y su propia moneda, igual allí tienen otras costumbres. Philip aprovechó para comentar que son buenas amigas suyas y jóvenes, de ahí que se puedan poner esas cosas. Que es imposible gustar a dos millones de personas. Que son unas embajadoras estupendas de la Casa Real británicaetc, etc y que está muy orgulloso de tenerlas como clientas. También, y ya que estaba lanzado, comentó el estilismo de Letizia Ortiz, a él le pareció que iba espectacular y que no entendía por qué en España se la criticaba tanto.

Por cierto, que el sombrerero inglés, pidió visitar el Museo taurino, el Alcázar y recibir clases de bulerías. Luego pudo comprobar cómo se bailan en el espectáculo del Museo del Flamenco de Cristina Hoyos. El mismo que visitó la señora de Cornualles, otra clienta y amiga de Tracey.