Bienvenidos al universo del lujo residencial. Metros y metros cuadrados de casa por los que perderse, jardines de dimensiones descomunales, piscina olímpica, gimnasio, habitaciones por doquier, garaje para múltiples vehículos, materiales de calidades exquisitas…. Aquí los únicos límites los marcan su imaginación y su bolsillo. Pero, ¿qué se considera viviendas de lujo? “Esta palabra se utiliza de forma un poco indiscriminada tal vez. Generalmente se suelen considerar viviendas de lujo las que cotizan a partir de 800.000 o un millón de euros, sobre todo lo que es indicativo es el precio por metro cuadrado, más que la superficie”, explica David Scheffler, director de expansión de Engel & Völkers España (www.engelvoelkers.com/es/), inmobiliaria especializada en este sector.

En estas viviendas la ubicación es fundamental y los requisitos son distintos si nos referimos a la primera o segunda residencia: “Por ejemplo, en el caso de segunda residencia se tienen muy en cuenta si tiene o no vistas al mar y las calidades de los materiales empleados”, comenta. Y, ¿dónde están estás perlas del ladrillo? “Costa Brava, Costa del Sol, Baleares, también en algunas zonas de Canarias. Y en determinados lugares de Madrid y Barcelona. Por ejemplo, Madrid tiene el mismo volumen de transacciones de estos activos que Portugal”, explica Scheffler. “La mayoría de las viviendas de este tipo que tenemos en stock se concentran en la comunidad de Madrid (un 59%), Baleares (195), Barcelona y Málaga”, comenta Francisco Iñareta, del portal inmobiliario www.idealista.com. “Una gran parte son chalets, aunque también hay buena oferta de áticos de Madrid y la Ciudad Condal que entran en la categoría de lujo. De media suelen tener una superficie de 1.200 metros cuadrados”, añade. En Madrid la oferta estaría en el barrio de Salamanca, Chamartín, Chamberí, El Viso, La Moraleja, La Finca, etc.

Pero, ¿quiénes son los privilegiados compradores de estos productos? “Empresarios, managers, directivos, entre unos 40 y 60 años”, comenta Scheffler. En cuanto a nacionalidades, los extranjeros son los que más buscan segunda residencia en nuestro país. Y cada origen tiene sus preferencias: “Por ejemplo a los franceses les gusta la Costa Brava y a los rusos el sur, buscan estar pegados a la playa”, explica. El directivo reconoce que el sector también ha notado la crisis, que se ha manifestado tanto en los precios, que han bajado, como en el número de transacciones, que ha sido menor. “2009 fue un año bastante malo. En 2010 las cosas fueron un poco mejor y este año ya hemos aumentado nuestra facturación un 36% respecto al anterior”, detalla. Por ejemplo, en Ibiza la empresa ya ha registrado las primeras subidas de precios en lo que a segunda residencia se refiere. Y como curiosidad, la casa más cara que la compañía tiene en España se encuentra en Mallorca: se trata de una mansión que fue un hotel en su día. Tiene 4.600 metros cuadrados de superficie más 5,7 hectáreas de terreno y 31 dormitorios. ¿Precio? La friolera de 35 millones de euros.