Herrera de Pisuerga, un pueblo que se niega a morir

21/03/2017

Carmen Duerto.

 

El pueblo palentino Herrera de Pisuerga, a 70 kilómetros de Palencia, se niega a desaparecer o a caer en el abandono al que muchas localidades han sido abocadas por la despoblación y la falta de recursos. Su activo alcalde, Javier San Millán, ha encargado a la Escuela de Organización Industrial, EOI, un plan de viabilidad, que han empezado a desarrollar, para que les saque del atasco.

Conscientes de la necesidad de renovar la población, generar riqueza y conservar su patrimonio, han decidido activar los recursos con los que cuentan para atraer población nueva y la que ya hay no se marche. Además, de una importante fábrica de quesos y la agricultura, el punto fuerte de Herrera es el Canal de Castilla, la mayor obra hidráulica del siglo XVIII y XIX. El canal se construyó para llevar el cereal desde Castilla hasta el puerto de Santander para su posterior distribución hacia América. 207 kilómetros navegables por tierras de Burgos, Palencia y Valladolid, que quedaron en desuso con la llegada del ferrocarril.

Por el término de Herrera de Pisuerga, el Canal cubre un recorrido de unos 5 kilómetros, con cuatro esclusas (la 4ª, 5ª, 6ª y la 7ª del total de 49 que tiene el Canal de Castilla) que nivelan el recorrido del agua, varios puentes, una compuerta de retención, un batán y una central eléctrica. El barco eléctrico Marqués de la Ensenada ofrece un recorrido por ese tramo por 5 euros y les puedo asegurar que es una experiencia muy enriquecedora.

Herrera, además del Canal, cuenta con un centro histórico declarado Bien de Interés, con los soportales de la Plaza Mayor y sus casas blasonadas. Los restos del castillo y de los lienzos de muralla recuerdan al viajero el origen medieval de la villa. La iglesia parroquial de Santa Ana, con tres naves y portada gótica, conserva un retablo del siglo XVI y en la parte baja del pueblo, se puede visitar la ermita de la Piedad, de siglo XVIII.

Herrera de Pisuerga es, además, la capital del cangrejo de río, al que le han dedicado la Fiesta de Exaltación del Cangrejo que se celebra en agosto.

Decir que fue una villa poblada por los romanos. El Campamento Romano de Pisoraca, que se puede visitar, conserva los restos del paso de las legiones romanas que se asentaron en esta villa desde el siglo II-I a.C. al siglo V d.C.

Vía Verde; de Alar del Rey a Frómista

El tramo de Alar a Frómista tiene una longitud de 57 kilómetros. Se inicia en el nacimiento del Canal de Castilla, dentro del valle del río Pisuerga. Los caminos de sirga, ahora reconvertidos en “Vía Verde”, son de tierra batida bien compactada con vegetación en las orillas y en buen estado por donde circulan las bicicletas o los caminantes. Se puede contemplar la vegetación en calma, porque la barcaza que navega por sus aguas es eléctrica, mientras se van atravesando puentes, esclusas, dársenas y acueductos.

Las localidades más importantes que se encuentran en su recorrido son Alar de Rey, Osorno, Frómista y Herrera de Pisuerga, donde está el Centro de Interpretación del Canal de Castilla en la presa de San Andrés y la Casa del Esclusero, que el ayuntamiento de Herrera de Pisuerga alquila como alojamiento rural.

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