De la mano de Telefónica, el selectivo madrileño logró aminorar las pérdidas que le llevaron a tan solo 30 puntos de perder la cota psicológica de los 10.000 enteros en un momento de la negociación, y selló la sesión mejor que la mayoría de las plazas europeas, aunque con todos los valores en rojo.

Los parqués del Viejo Continente también sufrieron la inquietud de los inversores sobre cómo se resolverá la crisis de deuda helena ante las posturas cada vez más separadas de los diferentes agentes  implicados.

La composición del Ibex, en el que el peso de la operadora que preside César Alierta supone la quinta parte del total, permitió que el recorte del selectivo madrileño fuera menor que el de París (-2,1%), Francfort (-2,0%) y Londres (-1,9%).

En Italia, las pérdidas alcanzaron el 3,3%, tras la decisión de S&P de poner su calificación soberana en perspectiva negativa, lo que alimenta los cada vez mayores temores de un contagio del problema griego, mientras que el parqué de Portugal se comportó mejor (-1,1%).

La analista de Renta 4 Nuria Álvarez explicó que asistimos a una nueva jornada de crisis de la deuda soberana de los países periféricos, azuzada por la decisión de Fitch de rebajar el pasado viernes en tres escalones la calificación de la deuda de Grecia a largo plazo.

Álvarez desvinculó el comportamiento del selectivo de los resultados electorales del pasado domingo y de la posibilidad de que las comunidades autónomas puedan aflorar déficit oculto hasta ahora. «Si eso fuera así, estaríamos cayendo mucho más que el resto de Europa», sostuvo.

IAG encabezó las pérdidas en el Ibex, con un retroceso del 4,86%, seguida de BME (-4,18%) y de Abengoa (-3,46%). Entre los pesos pesados del selectivo, destacaron los descensos de BBVA (-2,43%), Santander (-1,68%) y Endesa (-1,44%).

En el mercado de divisas, el euro también cedía posiciones respecto al dólar, y al término de la sesión en Europa el cambio entre las dos monedas quedaba establecido en 1,4010 dólares.