Las Bolsas europeas parecen optar por ignorar a Trump para salir del atolladero con sus propias fuerzas y sin dejar que el barullo americano les enrede. Y no lo han hecho del todo mal.

Vayamos por partes y comencemos por el Ibex, ése índice que de un par de meses a esta parte parece otro completamente nuevo. Sin duda, el buen momento por el que pasan los títulos de la banca tiene mucho que ver, pero los bancos no están solos.

El selectivo español ha mostrado de nuevo su fortaleza y ha dado otro tirón con el que ha dejado atrás la barrera de los 10.300 puntos. ¿Motivos? Que ya es primavera y que ahora se han dado cuenta de que la economía europea está carburando de forma bastante potable.

Tan convencidos parecen estar de la mejoría y de que los mercados europeos deben mantenerse al alza que al Dax lo han aupado cosa seria para sacarlo del pozo:

¡Cómo cambian los cosas! Es el Dax el que se parece al antiguo Ibex, a trompicones y saltos, y el Ibex el que se parece al antiguo Dax, más estable y decidido. En cualquier caso, es muy valorable que el índice alemán pugne claramente por salir al alza. El de hoy ha sido el mejor cierre en mucho tiempo, pero que mucho.

Pero hay que ser justos y darle al César lo que es del César. Y el mejor mercado del día de hoy, con gran diferencia, ha sido el portugués:

Con el sector energético de dulce tras la venta de EDP y las especulaciones crecientes acerca de que van a mejorar su rating para sacarlo del ‘non investment grade’, más conocido como bono basura, la Bolsa portuguesa ha sacado pecho, pero con desmesura. Nada de prudencia, a lo bestia.

Mundo de locos este de la Bolsa. A más de uno le va a dar un tabardillo cuando vea los gráficos del Ibex y el PSI a la cabeza de las operaciones en Europa…

Al cierre, el Dax avanzó un 1,28%, el Ibex un 0,84%, el CAC un 0,57% y el Eurostoxx un 0,81%. Y, por alusiones, el PSI ganó un 2,76%.