Entre los buenos datos económicos y el empuje de valores punteros, Wall Street intenta salir del bache. El S&P 500 ha recuperado la directriz alcista.

Ya veníamos diciendos que las bajadas de los últimos días tenían más de espejismo que de realidad, ya que el fondo de mercado no acompañaba en la sensación negativa. Han bastado un par de buenos datos y que valores como Apple o Goldman Sachs se hayan puesto a la cabeza de las operaciones para asistir a una sesión alcista.

El Dow Jones ha roto su «terrible» serie de jornadas perdedoras:

Un 1,88% bajó en esas ocho sesiones de caídas que propiciaron los tirulares catastrofistas de los que dimos cuenta ayer. Sí, la peor racha desde agosto de 2011, pero no se ha traducido en recortes reales. Todo lo más, un descanso.

Y el S&/P 500 ha vuelto a situarse al cierre por encima de la directriz alcista:

La mayor parte de los analistas conceden un margen a las rupturas de las líneas chartistas: dos cierres. En esta ocasión hemos tenido al S&P 500 por debajo de la línea solo un cierre y por muy poquitos puntos. En un gráfico lineal se aprecia que apenas si puede hablarse de ruptura, así que seguimos como estábamos.

Y vayamos con ojo, que el Nasdaq 100 está de nuevo cerca de sus máximos históricos. ¿A esto se le llama recorte? ¿No era eso de que temían que Trump no sacara adelante la reforma sanitaria? ¿Es que hay algo nuevo sobre la rebaja de impuestos?

Pues no. Simplemente, la Bolsa sigue siendo, a pesar de las alturas en las que se encuentra, una inversión práctiamente sin competencia porque ¿se metería usted a comprar bonos a estos tipos de interés? Pues eso.

Al cierre, el Dow Jones subió un 0,73%, el S&P 500 un 0,73%, el Nasdaq 100 un 0,61%, el Nasdaq Composite un 0,60%, el Nyse Composite un 0,70% y el Russell 2000 un 0,73%.