El fundador de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, ha ofrecido mediante escritura pública a los titulares de pagarés emitidos por sociedades de la familia, como compensación por sus inversiones, la cesión de «derechos económicos de cobro» derivados de las reclamaciones judiciales de retasación de la expropiación de la antigua Rumasa, informó el grupo en un comunicado.

La cesión, con la que pretende ofrecer una «garantía adicional» a los inversores, está sujeta a la estimación de esas pretensiones de retasación, actualmente pendientes ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

La relativa a Galerías Preciados, en la que Ruiz-Mateos reclama 6.000 millones de euros, está pendiente de resolución por parte de la sala tercera del Tribunal Supremo, que, según Nueva Rumasa, «ha admitido el correspondiente recurso en febrero del presente año y resolverá en un plazo de entre 18 y 30 meses».

«Ruiz-Mateos ha ofrecido esta cesión sin pedir a cambio ninguna contraprestación ni renuncia, de tal modo que los tenedores de pagarés conservan todos sus derechos», garantiza Nueva Rumasa, que asevera que así consta expresamente en la escritura.

La oferta caduca en 60 días

En cualquier caso, la oferta se mantendrá vigente durante los 60 días naturales siguientes al otorgamiento de la escritura pública, que se produjo el pasado 12 de mayo de 2011.

«Los inversores deben tener la plena, total y absoluta seguridad de que no pararemos hasta que quienes depositaron su confianza en nosotros recuperen el dinero que les pertenece», remarca Ruiz-Mateos.

Según avanza ‘El Economista’, José María Ruiz-Mateos ha remitido una carta a los 5.000 inversores que suscribieron sus pagarés en la que reconoce que no podrá pagar a la fecha de sus vencimientos y propone pagar a los tenedores «con cargo al dinero que deba hacer efectivo el Estado expropiante». Para que el pacto se haga efectivo, según este diario, los tenedores de pagarés deberán ceder los derechos de cobro de manera «incondicional y sin reserva alguna».

A este respecto, Nueva Rumasa explica que «del pagaré sólo se desprende obligatoriamente el tenedor en el momento de hacer efectivo su cobro y no antes», por lo que «mientras no se cobre totalmente su importe, seguirá en poder de su titular».

«Los titulares de los pagarés, además de los derechos que estén ejercitando o puedan ejercitar en un actual o futuro concurso de acreedores, serán los primeros en cobrar de la cantidad que los tribunales determinen como importe de la retasación de las distintas empresas de la antigua Rumasa», agrega el grupo.