El Banco de España extremará la vigilancia sobre las malas prácticas en la banca

20/04/2017

Miguel Ángel Valero. Ignacio Sánchez-Asiaín, nuevo consejero delegado del Banco Popular, reconoce que la entidad tiene "un problema de digestión" de activos problemáticos.

La segunda sesión del XXIV Encuentro del Sector Financiero organizado por Deloitte, Sociedad de Tasación y ABC estaba marcado por dos estrenos. Era la primera aparición pública de Javier Alonso desde su nombramiento como subgobernador del Banco de España.. Y también la primera intervención de Ignacio Sánchez-Asiaín como consejero delegado del Banco Popular. Ninguno de los dos defraudó.

El Banco de España  lanza varias advertencias al sector financiero a través de la intervención del subgobernador, Javier Alonso, que deja muy claro que incrementará la vigilancia sobre las malas prácticas en el sector, dado que la recuperación de la confianza, «el principal activo y más frágil de las entidades», es uno de los «grandes desafíos» del sector.

Ese control se extremará en la utilización de las nuevas tecnologías en la comercialización de productos.

«Es necesario empezar por priorizar la sencillez y la veracidad en toda comunicación con los clientes, algo que engloba aspectos tales como mejorar el lenguaje que se utiliza, depurar las prácticas de comercialización e impulsar la transparencia», señala.

«Los nombres y descripciones de los productos no deben ser confusos respecto a sus características de rentabilidad y riesgo, ni ser utilizados como herramienta comercial engañosa. Debe evitarse el uso de términos que ofrezcan una falsa sensación de seguridad en cuanto a la percepción de una renta o interés. La necesidad de mejorar el lenguaje es aún más apremiante teniendo en cuenta que el diálogo entre el banco y el cliente no es un diálogo de fuerzas equilibradas», añade.

«Un segundo aspecto clave del proceso es la mejora de las prácticas de comercialización. Se requieren mayores esfuerzos para asegurar que el cliente es capaz de comprender las condiciones de la operación en cuestión (las cláusulas de los contratos, los precios de los servicios que se prestan, etc). Debe extremarse el celo en facilitar una adecuada información precontractual, al tiempo que debe erradicarse la venta de productos a clientes cuyo perfil no es apto para comprar esos productos. Por último, las entidades bancarias deben ser claras en el coste de los servicios que ofrecen y deben repercutirlos adecuadamente al cliente», insiste Javier Alonso.

Al mismo tiempo, el Banco de España insta a las entidades a «seguir explorando vías para mejorar la eficiencia».  «Es importante que el precio de los servicios que se repercute al cliente se ajuste al coste de los mismos. Actualmente, gran parte de las mejoras tecnológicas que se ofrecen no parecen tener un coste adicional para el usuario. Así, por ejemplo, la inmediatez en el acceso a los datos a través de dispositivos móviles, la reiteración automática de consultas cada pocos segundos, o los envíos masivos de instrucciones o de peticiones de datos, se ofrecen sin coste aparente para el cliente. Sin embargo, los nuevos servicios tienen costes, y éstos deben repercutirse de forma clara y transparente a los clientes», concluye el subgobernador.

Un banco de pymes

El otro ‘debutante’, el consejero delegado del Popular, Ignacio Sánchez-Asiaín, anuncia que en «pocas semanas» se conocerá cuánta dotación «hace falta» para que la desinversión de sus activos innmobiliarios sea «lo suficientemente rápida» y cuánto negocio genera la actividad principal del banco, centrada en pymes.

Reconoce que el Popular tiene un «problema de digestión» de activos, ya que cuenta con el doble de improductivos que el resto del sector. En el momento en que otras entidades cedieron activos a la Sareb, el Popular los mantuvo, no recibió ayudas y acudió al mercado para ampliar capital..

Señala que «la poca confianza» que genera el Popular en el mercado se debe a que no se ha sabido diferenciar entre el negocio de pymes y el inmobiliario, «no hemos sido caapaces de explicarla de forma coherente».

La gestión de estas dos actividades quedó dividida en septiembre de 2016. Desde entonces, el banco ha procedido a la asignación de ingresos, gastos y pprovisiones a cada una de esos dos negocios, una operación que concluyó el pasado 31 de marzo. «Solo desde hace unos días somos capaces de asignar a ambas realidades ingresos, costes y provisiones», precisa el consejero delegado, que subraya que «queremos ser un banco de pymes, que es lo que hemos sido toda la vida y es lo que hacemos bien«.

«Del ‘timing’ regulatorio  y del equilibrio entre la capacidad de generación de capital y las necesidades de dotación saldrán las alternativas de acción posibles que tomemos, entre las que se encuentran la generación orgánica de capital, desinversiones de activos no estratégicos, el posible acceso al mercado o posibles operaciones corporativas», señala Sánchez-Asiaín.

El Popular tiene 4,56 millones de clientes, de los que 880.000 son empresas y autónomos, una franquicia líder en pymes, una «muy eficiente» red de distribución, una «excelente» plantilla, y modelos de gestión «probados y exitosos». Lo que «demuestra el valor que para España y, sobre todo, para su tejido productivo tiene el Banco Popular«, enfatiza su consejero delegado.

La red «más extensa» de España

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, presume de contar  con la red de sucursales «más extensa» de España, con un peso del 18% del total, porque son «absolutamente necesarias» para hacer negocio. «Tener muchas sucursales es necesario y permite conseguir cuotas de mercado más altas en penetración de negocio de banca retail y particular», argumenta.
Presumir de red no implica despreciar otros canales. Caixabank cuenta con 5 millones de clientes digitales (3,7 millones de banca móvil). «Uno de cada tres españoles que trabaja en el mercado online lo hace con Caixabank, lo que muestra que tenemos más éxito en el mundo digital que en el mundo físico», cuenta.
Gortázar resalta que el 98% de la contratación de CaixaBank se está haciendo por canales digitales, pero esto no implica que «no haya una persona detrás». Así, en la oficina se puede cerrar una operación de manera digital, ya que entre el trabajador y el cliente se encuentra una ‘tablet’. «Ahorramos papeleo y mejoramos la información», explica.El papel de las oficinas en España sigue siendo clave, ya que la proximidad es un valor «decisivo y al alza», pero han de ofrecer otro tipo de servicio, facilitando a vida a los clientes.CaixaBank está presente en el 93% de los municipios de más de 5.000 habitantes reforzando la inclusión financiera. «No estamos abandonando municipios ni lo vamos a hacer. Nos podemos permitir estar en poblaciones en las que otros bancos se están batiendo en retirada», señala Gortázar.

«Una oportunidad de oro»

Siendo fiel al lema del banco, «Creando oportunidades», la palabra más pronunciada por el consejero delegado del BBVA, Carlos Torres, es ‘oportunidad’. La que ofrece la tecnología para pasar de 70 millones de clientes a 400 millones potenciales. «Una oportunidad de oro para mejorar el servicio, la experiencia, la eficiencia y la calidad del servicio que ofrecemos», argumenta.

Para materializas esas oportunidades, la banca debe recuperar la confianza del cliente, ya que, de ese modo, podrá obtener su consentimiento para utilizar sus datos. «Éste es el cambio importante, cómo la propuesta de valor de la banca se va a transformar y pasará de estar en el entorno del dinero y del ahorro) a otra dimensión distinta, que es la utilización de los datos para la toma de decisiones y la eliminación de las tareas aburridas», señala Carlos Torres.

El BBVA se ha marcado como meta el utilizar la tecnología «para poner al alcance de todos las oportunidades de la nueva era». Así, se está centrando en mejorar la experiencia del cliente, impulsar las ventas digitales, introducir nuevos modelos de negociación, optimizar la asignación de capital, ser líder en eficiencia y contar con el mejor equipo. Gracias a esta estrategia, el BBVA ha conseguido que el 17% de sus clientes lleguen por canales digitales. Ahora pondrá el foco en aumentar el «autoservicio» en el mundo digital para liberar en las oficinas un servicio que aporte valor añadido al cliente.

Más Unión Bancaria

La regulación y la digitalización son los dos retos más importantes para el sector financiero, según el director general de Cecabank, José María Méndez, pero también lo es completar la Unión Bancaria con la implantación del Fondo Único de Garantía de Depósitos.

Destaca que la rentabilidad de la banca española es superior a la de la media de Europa: 7% frente a 5%. Y que las cajas (y sus bancos instrumentales) continúan siendo el mayor inversor social privado en España, «dado que en 2016 han destinado más de 734 millones de euros a la mejora del bienestar de los ciudadanos», lo que supone un 2,3% más que en 2015. Esta inversión ha permitido realizar 100.000 actividades de las que se han beneficiado más de 31 millones de personas.

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