Mira que es extraño éste recorte bursátil que tiene a muchos con la camisa que no les llega al cuello pero que propicia nuevos máximos en el Nasdaq. Hoy, tanto el Nasdaq 100 como el Composite han marcado máximos históricos al cierre. ¿De verdad estamos ante una gran crisis bursátil?

Parece que nos heos acostumbrado a que los gráficos solo muestren un camino, el de las alzas, y cuando las cosas se ponen un poco laterales nos entra un canguele que además de injustificado es absurdo. No se puede subir todos los días y es necesario descansar y consolidar niveles.

En realidad, poco descanso y poca consolidación me parecen, pero parece que de la mano de los resultados empresariales están dispuestos a volver por donde solían, amén de que hoy ha vuelto a hablarse con cierta esperanza de las medidas fiscales de Trump, ésas que no terminan de llegar.

Con estos mimbres, además de los máximos en los índices del Nasdaq, lo más sobresaliente lo ha hecho el índice de los valores pequeñitos, el Russell 2000:

Ha roto con mucha claridad esa directriz bajista de corto plazo que le atenazaba. La ruptura se vería más claramente en un gráfico lineal en el que solo estuvieran representados los precios de cierre de cada día. Esta ruptura es clave porque representa lo que hacen los más humildes y está más cercano a lo que se cuece en el fondo de mercado.

Sin embargo, el S&P 500 no ha conseguido romper su directriz bajista:

Es más, ha sido llegar a ella y retroceder. Una ruptura en el S&P 500 es posiblemente el hito que falta para dar por concluida esta fase de lateralidad y consolidación. Todo apunta a que lo tiene a su alcance, pero nunca hay que fiarse.

Al cierre, el Dow Jones avanzó un 0,85%, el S&P 500 un 0,76%, el Nasdaq 100 un 0,81%, el Nasdaq Composite un 0,92%, el Nyse Composite un 0,74% y el Russell 2000 un 1,24%.