En estos días estamos asistiendo a una labor frenética por parte de las agencias de calificación crediticia, que en su intención de no volver a caer en errores pasados, se curan en salud y van rebajando ratings a diestro y siniestro. La semana pasada Fitch cumplió su amenaza y rebajó su rating a Grecia, nada más y nada menos que tres escalones de golpe, hasta B+. Las consecuencias no tardaron en verse reflejadas en el mercado: tipos de interés en los bonos a 10 años al 17%, prima de riesgo en 1.400 p.b….

El fin de semana no hubo descanso, y esta vez fue Standard & Poors el verdugo e Italia la víctima, con una rebaja en su perspectiva crediticia de estable a negativa. El motivo argumentado fue la debilidad del crecimiento y las dificultades que están teniendo para reducir la deuda pública. Y aquí encontramos una diferencia, un matiz, que hace peligrosa la situación. Parecía que en los últimos tiempos empezaba a creerse en una diferenciación entre el bloque Grecia-Irlanda-Portugal, y el del Italia-España. Tocar el rating de Italia trae nuevas dudas acerca de una crisis más generalizada, y un posible efecto dominó.

Y esta semana ha comenzado como acabó la pasada, con nuevas advertencias: en este caso, de Moody´s a la banca británica, y con una rebaja de rating a 14 entidades bancarias del país. En este entorno, a España le tocaba pasar un nuevo examen, ya que emitía Letras a 3 y 6 meses, con una pretensión de captación de entre 1.500-2.500 Mn€. Al final la cosa no se dio mal, y se colocaron casi 2.300 Mn€, consiguiéndose además un menor tipo de interés con respecto a la anterior emisión, por lo que no parece que la tormenta griega le haya afectado de modo directo. Al menos, no en esta ocasión.

La gran pregunta es qué pasará en las próximas semanas, si conseguiremos avanzar en la resolución del problema de la solvencia de ciertos países europeos, pero a día de hoy, las dudas siguen ahí, como una amenaza. Pensamos que el escenario más probable será un nuevo apoyo por parte de las autoridades, y de hecho la Comisión Europea ha emitido ya bonos por valor de 4.750 Mn€ para contribuir a los rescates financieros de Irlanda y Portugal. Tendremos que esperar a ver lo que pasa, y mientras tanto, seguir soñando con el retorno de la tranquilidad.