Lo consumen ellas; lo consumen ellos

27/04/2017

diarioabierto.es.

La imagen personal, el aspecto que mostramos de forma pública y con el que queremos ser percibidos por los demás, es un área que cada día cuidamos más. La mayor parte de los ciudadanos españoles tienen una o más redes sociales en los que publican de forma prolífica sus deseos, pasiones, actividades y expectativas. Como consecuencia de esta mayor exposición pública el cuidado de la imagen personal se ha convertido en una máxima cada vez con menor diferencia de sexos.

Una sonrisa perfecta

Hacer un seguimiento de las fotografías en redes sociales visuales es un extraordinario ejercicio para comprender cuáles son los criterios estéticos que imperan en cada sociedad. Así, por ejemplo, la búsqueda sobre tendencias de fotografías en dichas redes muestra cómo para ser asociado a la felicidad y la belleza, por una parte debes colocarte en un primer plano, y por otro sonreír.

A diferencia de lo que ocurría en los inicios de los aparatos correctores, los braquetes para corregir desviaciones en la alineación de la dentadura se muestran como parte del proceso para alcanzar el ideal de belleza imperante de una sonrisa perfecta.

En esta tendencia coinciden las dos clínicas dentales consultadas. Así, desde la clínica dental en Barcelona, insisten en que si bien en los primero años noventa la ortodoncia, como ejercicio de estética dental, era eminentemente femenina, especialmente adolescentes que buscaban una apariencia más estética a su sonrisa, a día de hoy, a la consulta acuden tantos más hombres como mujeres.

Desde la clínica DSD en Madrid, especializados en el diseño de sonrisas como dentistas baratos en Madrid, por su parte, remarcan la evolución de las edades de los clientes. Así, frente a los primeros años de las ortodoncias y tratamientos estéticos de la boca en la que eran los jóvenes quienes más acudían a las clínicas, a día de hoy son los jóvenes y adultos quienes más cuidan su imagen personal. Antes, recalcan, el adulto solo acudía al dentista para sacarse una muela o empastar un diente. Ahora, el adulto soltero de mediana edad se ha convertido en un público potencial interesante para los especialistas de la boca.

Los productos de belleza en la publicidad

La publicidad de los productos es un buen termómetro social para comprender cómo evolucionan los grupos sociales. Si echamos la vista atrás a los primeros anuncios de cremas para la piel, por ejemplo, observaremos que en los textos publicitarios se identificaba claramente este producto con la mujer. Por el contrario, los anuncios de hoy en día muestran tanto a hombres como mujeres utilizando diversos productos de belleza: desde cremas, a moda, e incluso productos y servicios de peluquería.

Tal es el caso de los secadores de pelo o los productos como tintes. Así, los anuncios de este tipo de productos de peluquería insisten en venderse como los mejores secadores para él y para ella. Desde las tiendas de electrodomésticos también reconocen que en la actualidad tanto los hombres como las mujeres acuden a sus instalaciones para solicitar asesoramientos sobre ‘¿cuál es el mejor secador?’ para su pelo.

Relaciones y consumo, más equidad

Otro ámbito en el que las coincidencias de actitud se manifiestan entre ambos sexos es en cómo se plantean sus metas personales. La mujer tiende a identificarse con el prototipo de supermujer que puede conciliar vida personal y una exitosa carrera profesional.

En esta senda, la mujer de hoy en día valora tanto su independencia (mostrada en viajes con personales en solitario, consumo de cine en grupos de amigas, etc,) como aumenta el romanticismo en ellos. Ambos son asiduos demandantes de anillos pedida, pues la petición de matrimonio no es terreno exclusivamente masculino. Así, los anillos de compromiso en Madrid son demandados casi en un 50 % por mujeres. De hecho, el número de anillos de pedida vendidos en Madrid ha aumentado exponencialmente desde el reconocimiento del matrimonio entre homosexuales.

La imagen personal evoluciona de la mano de la sociedad.  En un momento en el que la individualidad gana protagonismo frente a la colectividad, la demanda de productos antes considerados sexistas por su uso mayoritario para uno u otro sexo, se equilibra. Los hombres dan hoy más importancia a su apariencia física, pero también las mujeres aceptan con mayor naturalidad que su pareja masculina utilice cremas  como ella. Al mismo tiempo, él asume como normal el hecho de que sea ella quien pueda marcar la pauta de la relación. Eso también es paridad.

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